Llueve la mansa lluvia que no se va: se queda. Penetra, silenciosa, en las honduras de la tierra y la deja húmeda como mujer dispuesta a recibir obra de varón. También la tierra, tras el don del agua, aguarda la semilla para volverla fruto, para volverla vida.
La tertulia en la casa del Potrero es hoy alegre. Don Abundio, callado y hosco en tiempos de sequía, es ahora feliz conversador. Relata un sucedido de doña Rosa, su mujer.
-Era muchacha. Se le había muerto un primo, y vestía de negro. Aun así fue a una boda. Yo no la conocía, pero me gustó al verla y cuando empezó el baile la nombré, o sea que le pedí que bailara conmigo. Me dijo:
-Bueno, pero báileme despacito, porque tengo luto.
Reímos todos, menos doña Rosa. Dice entre dientes, enojada:
-Viejo hablador.
Don Abundio figura con índice y pulgar el signo de la cruz, se lo lleva a los labios y jura:
-Por ésta.
CICLO DE VIDA I
La mayoría de nosotros experimentará el ciclo completo de la vida: nacer, crecer, desarrollarnos, reproducirnos y, finalmente, morir. Sin embargo, nuestras condiciones en este recorrido pueden ser significativamente diferentes. Recientemente, llevé a cabo una investigación para evaluar la situación actual de la Generación X en relación con el envejecimiento satisfactorio.
La muestra incluyó hombres y mujeres de diversas regiones del país, con edades comprendidas entre los 40 y 64 años, asegurando así que esta generación quedara incluida. La primera subdivisión de la muestra abarcó a individuos de 40 a 49 años.
Entre los hallazgos más destacados para los hombres, se observa una preferencia por las relaciones sociales, tanto amistosas como familiares. Confían en su fortaleza física y en una buena salud. Aunque han buscado atención psicológica, la gestión financiera presenta desafíos significativos. La alta prevalencia de contraer deudas para situaciones extraordinarias, salud e incluso subsistencia contrasta con la falta de conocimientos sobre inversiones, ahorros y manejo de deuda. La ausencia de un fondo para imprevistos es común, y muchos consideran que sus ingresos no son suficientes para cubrir necesidades básicas. A pesar de una cierta conciencia sobre su salud mental y una preparación relativa para el retiro, la parte espiritual ocupa un lugar secundario. En el ámbito alimenticio, se centran más en los alimentos que en el contexto social y familiar de la alimentación. En resumen, se sienten fuertes, pero las limitaciones financieras afectan su calidad de vida.
En el caso de las mujeres en este grupo de edad, el interés principal se centra en la alimentación, especialmente en términos de nutrición y variedad de alimentos, aunque el factor tiempo no se percibe como crucial. Se consideran sólidas emocionalmente, y el estrés no ha impactado negativamente en sus relaciones familiares, de amistad o laborales. La espiritualidad ocupa un tercer lugar en importancia, superando a los varones en este aspecto. Los lazos sociales fuertes ocupan un lugar destacado. Al igual que los hombres, recurren a la contratación de deuda para cuestiones de salud y necesidades básicas, revelando limitaciones financieras. En resumen, prestan mayor atención a su integridad física, emocional y vida social, pero también enfrentan restricciones económicas.
Es crucial considerar que la mayor parte de este grupo probablemente no accederá a una pensión según la ley 73, dependiendo, en cambio, de los recursos propios que puedan reunir. Esta tarea se ve complicada debido a la necesidad actual de contraer deudas incluso para lo más básico y que el ahorro o inversión no se muestra entre los aspectos más relevantes. Es esencial que cuiden su salud desde ahora para conservarla en la vejez y así destinar los recursos económicos disponibles a vivir plenamente, en lugar de intentar recuperar una salud derrochada en la juventud, así como fortalecer las relaciones sociales, pues una consecuencia de la soledad es el acortamiento de la esperanza de vida.