EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

columnas

Mirador

Taller literario

ARMANDO FUENTES AGUIRRE (CATÓN)

Saca al río del río, y lo que sobra

tíralo por ahí, que no es el río:

el agua, el cauce, el piélago, el suicidio,

Heráclito, el rumor, la fuente, la onda.

Atrás de cada rosa hay otra rosa

que no cualquiera ve, virgen de ripios;

rosa sin rosa-rosae, sin Cratilo,

sin Gertrude Stein, sin Shakespeare y sin Góngora.

A fuerza de existir, ninguna cosa

es ella misma ya, ni el mundo el mismo.

Muerto el Génesis vive la Retórica.

Lección: que los poetas se hagan niños;

desnudar al vestido sea su obra,

y no haya más memoria que el olvido.

DEL PROBLEMA SOCIAL A LA DENUNCIA PÚBLICA DE LA INJUSTICIA

Luc Boltanski (1940), un destacado sociólogo francés, aborda el problema social y la denuncia pública de la injusticia desde una perspectiva de la sociología pragmática. En su obra "El amor y la justicia como competencias" (2000), mediante la sociología de la crítica se interesa en identificar la forma en cómo las personas perciben y enuncian problemas en la esfera pública, y cómo estos problemas se convierten en objetos de controversia y acción colectiva.

Para comprender la transición entre un problema social hasta convertirse en un objeto de la denuncia pública, debemos comprender que los primeros son cuestiones o asuntos que afectan negativamente a segmentos específicos de la población y que son reconocidos como tales dentro de un marco de justicia social; suelen estar relacionados con desigualdades estructurales, como la pobreza, la discriminación y la exclusión social.

Para Boltanski se trasciende hacia la denuncia pública de la injusticia cuando se logra atraer la atención y la preocupación de un amplio grupo de personas en la sociedad sobre un problema social. Esta acción se constituye a través de procesos de delación y de visibilización, donde las y los involucrados (periodistas, activistas, políticos, estudiantes) juegan un papel crucial en señalar y definir lo que constituye un problema digno de atención pública. En su análisis, destaca la importancia de los regímenes de prueba y la capacidad de los actores para presentar evidencias y argumentos convincentes que legitimen su preocupación ante el público.

Bajo ese efecto, se puede comprender que no todo problema trasciende hacia una denuncia pública, ya que para alcanzar dicha trayectoria requiere de una maquinaria mediática que incorpore los segmentos del problema en la agenda política y de los medios de comunicación. Los conflictos pueden convertirse en acciones de denuncia colectiva cuando logran atraer la atención y la movilización en la esfera pública. Este proceso implica no solo la visibilización, sino también la capacidad de los actores para articular sus demandas dentro de un marco de justificación que resuene con los valores compartidos por la sociedad; es decir requiere construir narrativas ético-políticas que generan dispositivos para el diálogo, la confrontación mediática y un base institucional.

El problema de la violencia, que históricamente ha impactado la vida cotidiana de los mexicanos, ha trascendido hasta convertirse en una cuestión que merece denuncia pública de la injusticia. Esto ha llevado a la construcción de mecanismos de movilización social y a la capacidad de actuar en la esfera pública para solicitar el acceso a la justicia, a la seguridad y de vida digna. La sociología de la crítica tiene un papel fundamental para comprender como en el marco de la actancia las personas son capaces de generar mecanismos de resistencia a partir de evidenciar los problemas que los aquejan.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Mirador Armando Fuentes Aguirre (Catón)

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2309210

elsiglo.mx