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Música en un suspiro

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Haydn. Sinfonía concertante en Si bemol mayor

En 1790, el empresario Johann Peter Solomon se entera del fallecimiento del príncipe Nikolaus de Estherhazy, patrón de Haydn. Ésta era una gran oportunidad para hacer negocios. Solomon vivía en Londres y ahora que Haydn era un músico "libre", podría viajar a Inglaterra donde su música era ya muy admirada y valorada. Se dice que cuando Mozart se entera que su fraternal amigo partía a Inglaterra, le reprocharía: "¿Qué harás en un país donde ni siquiera hablas la lengua?" Haydn categóricamente respondería: "Mi lenguaje es entendido en todo el mundo".

Su viaje fue todo un éxito y todas las salas de concierto estaban repletas generándole importantes ganancias. Para la siguiente temporada, la empresa Pressional Concerts, competencia de Johann Peter Solomon, hace lo propio contratando a un exalumno de Haydn: Ignace Pleyel. Así las cosas, Haydn escribe a un amigo en Viena: "Una sangrienta guerra acaba de iniciarse entre alumno y maestro". Ante esta provocación, el empresario Solomon tenía que contraatacar. Para ello, le pediría a Haydn que escribiera una antigua forma en la que Haydn jamás se había involucrado y en la cual, por cierto, Pleyel era un maestro: la sinfonía concertante.

La sinfonía fue escrita con mucha premura logrando terminarla en apenas dos semanas. La obra fue un éxito y repetida en numerosas ocasiones. Una sinfonía concertante es para efectos prácticos, un concierto para más de un solista. De hecho es un híbrido entre sinfonía y concierto. Podemos citar como grandes ejemplos, el triple concierto de Beethoven o el doble concierto de Brahms.

Haydn no había escrito muchos conciertos de solista porque se usaba que en el siglo XVIII, tales obras eran interpretadas por el compositor y Haydn nunca fue un instrumentista virtuoso. Sin embargo, a lo largo de sus sinfonías, Haydn había escrito algunos solos para violín, cello, oboe y fagot…, los que a la postre serían los solistas en su sinfonía concertante. Más que protagonistas, los solistas son conversadores, son contertulios. En esta obra encontramos un interesante "toma y daca" entre los 4 instrumentos. Escuchando con suma atención puede percibirse que Haydn escribió una obra para solistas miembros de la orquesta, más que para solistas virtuosos externos invitados.

La rivalidad Haydn - Pleyel se quedó en Londres ya que siguieron siendo amigos, cenando juntos y hasta asistiendo a sus propios conciertos como buenos críticos. La forma de sinfonía concertante fue popularizada en buena medida por J.C. Bach y Carl Stamitz a mediados del S. XVIII. Por su parte Ignace Pleyel inició una corriente de composiciones de sinfonías concertantes desde 1780 en París y en Londres.

Sin embargo, lo que llama la atención de la propuesta de Haydn, es que hace combinaciones de múltiples formas y de maneras muy interesantes: alientos contra cuerdas, instrumentos agudos contra graves, violín y fagot contra oboe y cello…, simplemente como cuarteto pero con timbres contrastantes.

La sinfonía concertante en Haydn es una clara muestra de que el diálogo siempre es posible, independientemente de la naturaleza de las partes dialogantes. Sólo hay que seguir dos principios fundamentales: La armonía en la música y el respeto entre los seres humanos.

Contertulios en un suspiro.

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