No ceja la preocupación en los medios políticos y económicos nacionales y del extranjero en torno a la posibilidad de que el presidente López Obrador mantenga el bastón de mando durante el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Lo externó en días pasados The Wall Street Journal en un artículo:
"El populismo que el presidente López Obrador" ejerce preocupó a los inversionistas y opositores, porque a punto de darle la batuta a Sheinbaum, parece tener mucho peso en las decisiones de la ex jefa de Gobierno y "podría dirigir al país tras bastidores".
Son varias las señales que contradicen las reiteradas declaraciones del primer mandatario en el sentido de que a partir del primero de octubre vivirá en su rancho de Palenque y se retirará de la política.
La inusitada gira que realizan por todo el país López Obrador y Claudia Sheinbaum sorprende a los sectores pensantes. Parece atractiva y funcional la idea de que el presidente saliente ponga al tanto de los avances y pendientes de su gobierno a la presidenta electa en cada estado y región.
Sin embargo, en los hechos pareciera que AMLO instruye a su sucesora lo que debe hacer y no hacer en cada programa y acción de gobierno. Incluso en materia de seguridad es riesgoso que los dos presidentes viajen y convivan juntos durante tanto tiempo.
Otra señal inquietante es el gabinete de Claudia, si bien es cierto que la mayor parte de sus integrantes cuentan con experiencia y capacidad sobradas, lo cierto es que nadie puede negar su cercanía y evidente lealtad hacia López Obrador.
Destaca esta situación en los mandos claves como las secretarías de Gobernación, Hacienda, Relaciones Exteriores, Economía y Educación.
Rosa Icela Rodríguez trabajó con Sheinbaum en la Ciudad de México como secretaria de Gobierno durante año y medio, pero a partir de julio del 2020 AMLO la nombró coordinadora general de Puerto y Marina Mercante y desde noviembre del mismo año se desempeña como secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana.
Rogelio Ramírez de la O fue designado secretario de Hacienda en agosto del 2021 y ratificado para el mismo cargo por Claudia a partir del 1o de octubre. Ha estado cerca de López Obrador desde su paso por el gobierno de la capital mexicana.
El futuro canciller Juan Ramón de la Fuente es otro político y diplomático que trabajó con el actual presidente como embajador de México en las Naciones Unidas durante cinco años. Sheinbaum la integró a su equipo desde la campaña y luego como coordinador del equipo de transición, pero evidentemente no era un político cercano a la presidenta electa.
Marcelo Ebrard y Mario Delgado pertenecen desde tiempo atrás a la cuadra de AMLO. Para Claudia será difícil convivir con ellos especialmente con Marcelo por las diferencias surgidas en la precampaña.
La pregunta es si estos futuros funcionarios tendrán el valor para realizar cambios necesarios en sus áreas que contradigan lo realizado por el régimen obradorista. En otras palabras, ¿dejarán de un día para otro la lealtad hacia quien los encumbró en la política?
Quizás los únicos integrantes del futuro gabinete que no son hechura de AMLO son Omar García Harfuch, Luz Elena González y Rosaura Ruiz de Seguridad, Energía y Ciencia, respectivamente.
La tercera y última señal preocupante del posible continuismo es la actitud dócil de Claudia Sheinbaum hacia los programas y planes de López Obrador, incluyendo la reforma judicial que al ganar la elección la presidenta electa ofreció revisar y días después se sumó a ella al cien por ciento.
La historia nos dice que en México cuando toma el poder el nuevo presidente se desliga casi en su totalidad de su antecesor, pero las señales indican que no ocurrirá así al menos en los primeros años del gobierno de Sheinbaum.
¿Se dará el lujo AMLO de mantener el poder y dictar línea desde Palenque? ¿Se someterá Claudia a sus dictados o todo es parte de una estrategia para complacer al poderoso y evitar desaguisados de aquí al primero de octubre?
NOTICIA FINAL…
Será cuestión de unos días para que se confirme o se cancele la candidatura presidencial de Joe Biden, el desgaste para los demócratas desde el fallido debate del mandatario ha sido enorme. Al momento todo apunta a que Biden se saldrá con la suya en contra de amplios sectores de su partido.
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