Con beneplácito y mezcla de inquietud general, el presidente argentino Javier Milei emprendió su primer viaje al exterior desde que tomó el Bastón de Mando el 10 de diciembre para llegar a Suiza, luego de emitir un Decreto con el que nulifica y reforma más de 300 leyes estatistas emitidas desde lo más rancio del kirchnerismo que tanto ha asolado a su país desde hace décadas.
Ya en el panel de Davos, el Presidente del Foro Económico Mundial Klaus Schwab presentó a Milei e diciendo que es una persona extraordinaria, quizá mucho menos radical de lo que se piensa y que busca volver a poner a Argentina en el camino del Estado de Derecho, y el economista bonaerense dio su discurso de 23 minutos en los siguientes términos:
"Buenas tardes, muchas gracias: hoy estoy acá para decirles que Occidente está en peligro, está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente, se encuentran cooptados por una visión del mundo que -inexorablemente- conduce al socialismo, en consecuencia a la pobreza…Porque nunca debe olvidarse que el socialismo es siempre y en todo lugar un fenómeno empobrecedor, que fracasó en todos los países que se intentó. Fue un fracaso en lo económico; fue un fracaso en lo social; fue un fracaso en lo cultural. Y además asesinó a más de 100 millones de seres humanos".
Subrayó que la intervención del Estado es perjudicial y como la solución que proponen los colectivistas no es mayor libertad sino más estatismo retrógrada, generando una espiral descendiente de regulaciones empobrecedoras a tal grado que la vida de todos dependa de un burócrata sentado en una oficina de lujo.
Luego de fustigar el fracaso del estatismo y el colectivismo parasitario frente a las bondades históricas de la libertad económica y de consciencia, Milei volvió a embestir a las élites socialistas como manipuladoras y esclavistas:
"Los neomarxistas han sabido cooptar el sentido común de Occidente. Lograron esto gracias a la apropiación de los medios de comunicación, de la cultura, de las universidades, y sí, también de los organismos internacionales...si no combatimos frontalmente estas ideas, el único destino posible es que cada vez vamos a tener más Estado, más regulación, más socialismo, más pobreza, menos libertad, y, en consecuencia, peor nivel de vida...Nosotros venimos hoy aquí a invitar a los demás países de Occidente a que retomemos el camino de la prosperidad. La libertad económica, el gobierno limitado y el respeto irrestricto de la propiedad privada son elementos esenciales para el crecimiento económico. Este fenómeno de empobrecimiento que produce el colectivismo no es una fantasía…Porque como dije antes, desde que decidimos abandonar el modelo de la libertad que nos había hecho ricos, estamos atrapados en una espiral descendiente en donde cada día somos más pobres".
Finalizó su discurso con un mensaje de apoyo para los empresarios como productores de trabajo y bienestar, y lo hizo en los siguientes términos:
"No se dejen amedrentar ni por la casta política ni por los parásitos que viven del Estado. No se entreguen a una clase política que lo único que quiere es perpetuarse en el poder y mantener sus privilegios.
Ustedes son benefactores sociales. Ustedes son héroes. Ustedes son los creadores del periodo de prosperidad más extraordinario que jamás hayamos vivido. Que nadie les diga que su ambición es inmoral. Si ustedes ganan dinero es porque ofrecen un mejor producto a un mejor precio, contribuyendo de esa manera al bienestar general.No cedan al avance del Estado. El Estado no es la solución. El Estado es el problema mismo".
Después de esta cátedra de sentido común hubo aplausos, aunque estos fueron moderados puesto que a los representantes de las élites no les gustó que el argentino fuera a espetarles su responsabilidad histórica en la cara.
Aunque sin duda, el mejor elogio que pudo recibir el argentino no provino del Foro de Davos, sino-de manera oblicua-desde Venezuela, donde la tiranía socialista y hambreadora, en boca de Nicolás Maduro, se atrevió a llamarlo "un error en la historia de América Latina"; palabras que sin duda hicieron reír a millones, dentro y fuera de Argentina también.