Desde los magos del antiguo Egipto, filósofos de Grecia y hasta los científicos modernos, todos, han convertido el tema de la menstruación en una investigación popular.
Todo este conocimiento no nació del asombro por la biología femenina, sino por el deseo de entender las diferencias entre hombres y mujeres.
Al inicio se pensaba que la menstruación era una "histeria" y que la histeria la causaba un "útero en duelo" (un útero triste que no cargaba un hijo); y durante muchos años se le ligó a las ansiedades y fantasías eróticas, en las que este "desorden" se "trataba" provocándole orgasmos a las mujeres con un vibrador.
Lo cierto está en que no importa cuántos siglos hayan pasado, ni cuántos estudios haya al respecto, hay quienes dicen que la "menstruación" nos "afecta" la cabeza durante "esos días"; que si estamos de mal humor es porque "estamos en nuestros días", o si tenemos deseo sexual es porque "estamos ovulando". Y nada más CIERTO que todo eso.
Algunas mujeres se sienten más ansiosas e irritables alrededor de su periodo, y es cierto que tenemos más motivación sexual cuando estamos ovulando. Pero lo que no todos saben es que el ciclo menstrual favorece el cerebro de una mujer de una manera muy positiva. Y que nuestras hormonas juegan un papel más que importante en nosotras, no sólo en el hecho de hacernos sangrar cada mes.
Para empezar, nuestro cerebro es MÁS GRANDE durante parte de nuestro ciclo.
Nuestra conciencia espacial mejora después de nuestro periodo; tres semanas antes de nuestro ciclo nos convertimos en las mejores comunicadoras y maravillosamente somos más buenas detectando cuando alguien tiene miedo.
Nuestros ovarios liberan estrógeno y progesterona en distintas cantidades durante el mes, y estas hormonas tienen efectos profundos en nuestra conducta (haciéndonos más sensibles a veces, más vulnerables otras, incluso más irritables); vaya influyen incluso en los tipos de sueños que tenemos cada noche.
Durante "estos días", somos capaces de ser más empáticas y mejora nuestra "teoría de la mente", ese entendimiento de que otros seres humanos tienen una perspectiva distinta a la nuestra. Es en la menstruación que nuestros "recuerdos implícitos" se refuerzan, nuestra memoria subconsciente y espontánea. Es durante este ciclo que nos convertimos en los seres más compasivos del mundo.
Las variaciones en los niveles hormonales durante el ciclo menstrual provocan cambios en varias áreas del cerebro relacionadas con las capacidades cognitivas, las emociones y el comportamiento. Por ello, a diferencia de los hombres, tenemos mayor capacidad para almacenar recuerdos (memoria a largo plazo), y tenemos mejores habilidades sociales- ya que poder recordar nuestras propias experiencias nos ayuda a entender las motivaciones de los otros. Procesamos emociones de manera más rápida, especialmente el miedo y potencializamos el sentido de "supervivencia" (por lo que no, no sufrimos de "delirios", ni estamos siempre a la "defensiva" porque deseemos).
Es en este ciclo que tenemos mayor velocidad de percepción y procesamiento de información, nos agudiza la intuición y nos hace tomar decisiones más precisas y con mayor rapidez.
Cierto es que las complejidades de las dinámicas cerebrales durante nuestro ciclo varían, y dependen totalmente de los niveles hormonales que se vayan presentando durante éste. Pero si prestamos atención con detenimiento, podemos observar que cosas muy buenas e increíbles suceden cuando atravesamos por esta fase. Diría yo que menstruar nos convierte en seres divinos con habilidades especiales. Y si alguien llegase a señalarme como la chica "más hormonal" del mundo, sí, sí lo soy y eso no es necesariamente algo malo: me afianza en mi femineidad y en todo lo bueno que ella representa.
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