A 21 años de la desaparición de Fanny, sus padres exigen justicia: “Ya estamos cansados de promesas vacías”
Este 5 de noviembre se cumplieron 21 años desde la desaparición de Silvia Estefanía Sánchez Viesca Ortiz, conocida como Fanny, quien fue vista por última vez en el centro de Torreón cuando tenía apenas 16 años.
En conmemoración, sus padres, Silvia Ortiz y Óscar Sánchez Viesca, realizaron un pronunciamiento público en la Alameda Zaragoza, acompañados de integrantes del colectivo Víctimas por sus Derechos en Acción (Vida), del cual Silvia es vocera.
Con voz firme pero entrecortada por la emoción, Silvia Ortiz recordó aquel día que marcó su vida y denunció la falta de avances en las investigaciones por parte de las autoridades, a pesar de más de dos décadas de búsqueda incesante.
“Hace 21 años desapareció Silvia Estefanía Sánchez Viesca Ortiz y hasta la fecha no hay absolutamente nada que dé un indicio de dónde pueda estar”, expresó. “Aquí estamos, mi esposo y yo, junto a compañeras del colectivo y familia, para hacer un llamado urgente a las autoridades. No es posible que después de tanto tiempo sigan sin tener una sola pista real que nos lleve a su paradero”.
Ortiz también desmintió versiones que vincularon a su hija con grupos criminales, afirmando que esas líneas de investigación ya fueron descartadas.
“Dijeron que estaba involucrada con un capo, pero eso es mentira. Ya se comprobó por medio de la federación que no era cierto.
Testigos y personas que conocieron a ese hombre declararon que nunca vieron a mi hija con él. Esa línea se descarta por completo. Sin embargo, la que nosotros siempre hemos sostenido, no la siguen. Y el peor enemigo que tenemos es el silencio. El que sabe, no habla”.
Con profundo dolor, lanzó un segundo llamado, esta vez dirigido a la ciudadanía, a quienes pidió empatía y valor para romper el silencio.
“No queremos que nadie esté en nuestro lugar. No saben el dolor y la desesperación de no saber si nuestros hijos comen, duermen o siguen vivos. Lo más terrible es que hay gente que vio, que sabe, y no se atreve a hablar”.
Su esposo, Óscar Sánchez Viesca, tomó la palabra y compartió un testimonio cargado de impotencia y rabia acumulada por los años de indiferencia institucional.
“Yo ya no tengo mucho qué pedir. En 21 años, ni el gobierno estatal ni el federal han sido capaces de resolver el caso de Fanny. Es una vergüenza. Dan asco de tantas marranadas que hemos visto en estos años. Que esto salga tal cual, para que sientan un poco de vergüenza, si es que la tienen”, declaró con firmeza.
Visiblemente afectado, recriminó la falta de resultados y denunció la corrupción y el desinterés de las autoridades que han pasado por el caso.
“Nos hablan de ministerios públicos capacitados, pero no sirven para nada. No hay avances, sólo basura. Se la pasan de sexenio en sexenio cobrando sueldos altos, mientras nosotros seguimos sin respuesta. Ya estamos hartos. Queremos resultados, no promesas. No queremos irnos de esta vida sin saber qué fue de nuestra hija”.
La pareja finalizó su mensaje con una exigencia directa: que las autoridades muestren compromiso real con los casos de desaparición y brinden respuestas concretas a las familias que, como ellos, llevan años buscando a sus seres queridos.
La familia Sánchez Viesca, junto con integrantes del colectivo VIDA, reiteró que mantendrán su búsqueda hasta encontrarla, viva o muerta, como lo han hecho desde aquel 5 de noviembre de 2004, día en que la vida de todos cambió para siempre.
“Hasta encontrarla”, repitieron, alzando la voz entre veladoras y fotografías de una adolescente que sigue ausente, pero nunca olvidada.

