Alto costo de luz afecta Templo de Santiago Apóstol
La difícil situación económica que enfrenta la región Centro de Coahuila también repercute en la vida religiosa, señaló monseñor Néstor Martínez Sánchez, Vicario de la Diócesis de Saltillo y párroco del Templo de Santiago Apóstol en Monclova.
El sacerdote explicó que la parroquia, al igual que cualquier familia de la localidad, enfrenta gastos fijos y crecientes, entre los que sobresale el alto costo del recibo de energía eléctrica.
Martínez Sánchez subrayó que en temporada de verano el consumo de electricidad aumenta significativamente, por lo que las tarifas resultan más elevadas y afectan severamente la economía parroquial.
“El recibo de la luz llega muy caro, porque el consumo es alto y como cualquier domicilio tenemos que cumplir con este pago indispensable”, señaló.
El vicario destacó que además del servicio eléctrico, la parroquia debe cubrir otros compromisos financieros como agua, nómina de personal, impuestos y mantenimiento del templo.
“Somos una iglesia grande, con un número considerable de trabajadores; cumplimos mes a mes con nómina e impuestos, siempre con responsabilidad y buscando una buena administración”, precisó.
A pesar de las dificultades, el párroco reconoció el apoyo de los feligreses, quienes continúan aportando donativos y colectas a pesar de la precariedad económica que viven muchas familias.
“La parroquia es la casa de todos y gracias a la buena voluntad de los fieles podemos seguir adelante, aunque los ingresos sí se han visto reducidos en los últimos años”, comentó.
Martínez Sánchez recordó que la crisis generada por los problemas de Altos Hornos de México (AHMSA) impactó de manera general en Monclova y la región Centro, situación que también se refleja en la vida parroquial.
“Lo mismo que afecta a una familia en su economía, repercute en nuestra comunidad religiosa. Somos conscientes de esa realidad y hacemos ajustes para evitar gastos excesivos”, puntualizó.
Finalmente, el sacerdote reafirmó que la administración prudente de los recursos y la solidaridad de la comunidad son factores esenciales para sostener la labor de la iglesia en tiempos de crisis.
“Una buena administración siempre te va a llevar lejos, y con el respaldo de los feligreses seguimos adelante pese a los retos actuales”, concluyó.