Atiende PRONNIF a más de 6 mil menores víctimas de diversos abusos
En Coahuila, decenas de niñas y niños que vivían en condiciones de abandono o riesgo hoy tienen una nueva oportunidad de vida gracias a la aplicación de los certificados de abandono, una herramienta legal que ha permitido agilizar los procesos de adopción y garantizar su derecho a un entorno seguro.
La Procuradora de las Niñas, Niños y la Familia (PRONNIF), María Teresa Araiza Llaguno, explicó que esta figura jurídica ha sido clave para reducir los tiempos de espera de los menores que, por distintas razones, quedaron sin cuidados parentales.
La funcionaria informó que la dependencia ha atendido más de seis mil casos de maltrato infantil, principalmente por omisión de cuidados, agresiones físicas o abuso sexual. Muchos de ellos están relacionados con problemas de adicción y desintegración familiar.
“Muchos de estos niños fueron abandonados en hospitales o retirados de hogares donde existían adicciones, violencia o negligencia. Cuando los separamos de esos entornos, lo hacemos para protegerlos. Con el certificado de abandono podemos integrarlos más rápido a una familia que les dé amor y estabilidad”, explicó la funcionaria.
Desde la implementación del programa, alrededor de 60 menores han sido adoptados y ahora viven en hogares que les ofrecen una nueva oportunidad. Araiza destacó que esta medida evita que los procesos judiciales se extiendan durante años sin que nadie reclame a los niños, como solía ocurrir en el pasado.
“En Coahuila ya no habrá menores que pasen uno o dos años en espera de ser reclamados. Con esta política de vanguardia, buscamos liberar a los niños y niñas para que puedan integrarse pronto a una familia”, señaló.
Durante las intervenciones y encuestas aplicadas a menores en escuelas, se ha detectado que algunos han probado drogas o alcohol dentro de sus propios hogares. Algunos lo hacen por curiosidad, otros por ansiedad o, incluso, por influencia directa de sus padres.
“Las adicciones provocan indiferencia. Muchos padres en situación de consumo dejan de luchar por sus hijos, y eso los pone en peligro. En algunos hogares, los propios niños son inducidos a consumir alcohol o sustancias, lo que nos obliga a intervenir”, advirtió Araiza.
La Procuradora enfatizó que, cuando se comprueba que los padres han suministrado bebidas alcohólicas o drogas a sus hijos, la autoridad actúa de inmediato y procede al retiro de la patria potestad, priorizando siempre la seguridad y el bienestar de los menores.
“Ningún niño en Coahuila permanecerá sin protección ni sin la posibilidad de tener una familia. Es nuestro deber garantizarles una vida libre de violencia y con oportunidades para crecer en un entorno sano”, concluyó.