No robar, no mentir, no engañar, se convirtió en una trilogía dogmática y de campaña política en el 2018 que tuvo que ver con una forma innovadora de enfrentar a la oposición y exhibir sus abusos y exageraciones. El pueblo de México ya tenía confianza en la Democracia, lograda con gran esfuerzo por la sociedad civil, organizaciones, partidos políticos y medios de comunicación, PRI Y PAN con ideologías distintas habían agotado sus posibilidades de regresar al poder. El triunfo de Andrés Manuel López Obrador, fundador de Morena, fue arrollador, los ciudadanos respaldaron con su voto la legitimación de un Partido de Izquierda que prometió la transformación del país.
Hoy ya podemos evaluar las promesas maximalistas de lo que hizo gala el ex presidente López Obrador, "Maximalista" se refiere a la creencia o estilo que promueve el uso de la máxima cantidad de elementos, colores, texturas y decoración, buscando un efecto de carácter y personalización. Se aplica en política para describir posiciones que buscan cambios radicales e inmediatos. Sería imposible señalar todos y cada uno de los enfoques Obradoristas que fueron generando resultados opuestos a su ´primera posición. No es lo mismo transformación, que destrucción. La 4T presenta y demuestra crisis de credibilidad, de ética pública, de grupos internos que no van por la misma vía, y que son una carga y peligro para su futuro y el del país, funcionarios de alto nivel se han visto involucrados en escándalos que se atribuían al neoliberalismo con estándares que escalan lo paradójico. Son momentos de prueba para la Presidenta Claudia Sheibaum y para la Sociedad en su conjunto, el último eslabón de la cadena y que sacudió la estructura misma del poder, fue el involucramiento de algunos integrantes de la Secretaría de Marina en actividades de corrupción, por cierto, con más dudas y cortinas de humo que no permiten un análisis objetivo.
Una violencia que parece no tener fin y que provoca terror por lo inhumano de sus acciones, así como dominio de grupos delincuenciales en varios estados del país. La insensibilidad de Gobernadores y Políticos que continúan en sus puestos cuando pesan sobre ellos fuertes acusaciones del uso indebido del poder.
Algo bueno se rescata y ese si es fundamento y logro del actual sexenio, la revisión al T-Mec con un adelanto bilateral México-Canadá, frente a la incertidumbre arancelaria y en estos nodos de dirección, un diálogo deseable sobre la Reforma Electoral. Es indispensable el liderazgo de la Presidenta, lograr un verdadero apoyo no solo por los programas del bienestar y la política social, está en juego el futuro de México, la confianza de la Iniciativa Privada, la Inversión Extranjera, el apoyo de los Organismos Internacionales como el Fondo Monetario, el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos. A ello se agrega la cadena del Desarrollo Nacional, Educación de calidad que permita la integración de los jóvenes a los retos de los nuevos perfiles empresariales, el área de la salud con sus múltiples facetas como Instituciones Públicas, el núcleo de emprendedores que inicien proyectos competitivos, generación de empleos, políticas de vivienda, pero sobre todo, tranquilidad para las familias, un México en paz y atractivo para propios y extraños.
La crisis de la 4T es apenas la punta del Iceberg de una posible pérdida del poder. Como teoría de la probabilidad, Keynes rompió con las ideas de Marshall por no considerar el impacto de las decisiones en la economía política de su tiempo, desde mi punto de vista el problema está lejos de ser económico y se complica en lo político. Esto convierte a la Presidenta en la única influencia para someter las paradojas y los dilemas en campos atencionales y encontrar una acción sin omisiones, certera y sin escudos, proteccionistas desde la evolución de su propio pensamiento, de lo contrario, el aparato coactivo de Gobierno habrá agotado toda posibilidad de reivindicar sus postulados.