Celebran la misa de la bendición de rosas en la catedral de Santa María de Guadalupe en Gómez Palacio
Dentro de los festejos del 494 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego en el cerro del Tepeyac, en la catedral que lleva su nombre en Gómez Palacio se celebró la bendición de las rosas, de aquellos peregrinos que dejaron como ofrenda y en agradecimiento por los favores recibidos y que recuerda el hecho que se dio un 12 de diciembre en el que la imagen de la Virgen Morena quedó estampa en la tilma de su mensajero.
La celebración eucarística se ofreció en punto de las 8:00 horas de este viernes 12 de diciembre, por el párroco Jorge Alejandro Lugo, a la que acudieron los fieles muchos de ellos con sus rosas en mano en espera de su bendición.
Entre ellos Brandon Pérez, quien salió de casa en la colonia Mayagoitia en punto de las 5:00 horas de la madrugada rumbo a la catedral de Santa María de Guadalupe, con una imagen de más de un metro de altura sobre su espalda y de rodillas rumbo al templo para dar gracias por la vida de su hija.
No salió solo, lo hizo con su perro fiel apodado “Firus”, quien se mantuvo tranquilo dentro del templo y a su lado durante toda la celebración eucarística.
“Yo vengo a dar gracias por el nacimiento de mi hija, nació el 1 de noviembre de este año… le prometí que si me salía todo bien, desde allá me iba a venir hincado y aquí estamos cumpliendo”, dijo Brandon, quien aseguró que es la primera vez pero no sería la última en caso de que se requiere el apoyo de la Virgen de Guadalupe.
En su homilía, el párroco explicó que esta celebración recuerda el hecho de que se dio en el cerro del Tepeyac, en donde la Virgen de Guadalupe le pidió que fuera en ese lugar en donde se construyera su templo.
“Vamos a llevar una rosa, esperemos que sea signo de que recibamos a María que viene a visitarnos y a quedarse con nosotros y que seamos también transmisores de nuestra fe por medio de María”, dijo.
Fue entonces que bendijo las decenas de flores rojas para después ser entregadas entre los presentes quienes de inmediato hicieron una fila para no perder la oportunidad de llevar una, dos hasta cinco flores a casa.
