Sofía y Pablo.
Entre sonrisas espontáneas, abrazos y miradas cómplices, laguneros disfrutaron una velada llena de alegría. Las bodas siempre tienen esa magia especial que hace que todo fluya bonito, entre música, charla y momentos que se sienten únicos.
Cada risa se convirtió en un buen deseo para los recién casados Pamela y Ricardo, quienes se llevan recuerdos llenos de cariño y una noche que quedará grabada por la felicidad compartida.


