Centro Social Católico de Torreón celebra dos años de ayuda a migrantes y mexicanos deportados
Este 22 de septiembre se cumplen dos años de que el Centro Social Católico Santiago Apóstol abrió sus puertas para atender a los miles de migrantes que pasaban por Torreón, en su viaje a la frontera con Estados Unidos. Desde entonces, son más de 55 miles los servicios que se han brindado, pues aunque la atención bajó a partir de este año, el paso de migrantes y ahora mexicanos deportados, se mantiene.
Rafael López, párroco de Nuestra Señora de Fátima de la colonia Braulio Fernández, es el responsable de la operatividad del lugar, que asegura, se ha mantenido gracias a las aportaciones voluntarias de los feligreses e incluso de ciudadanos de otras corrientes religiosas, que han permitido que ni un solo día se haya tenido la necesidad de suspender la atención.
El lugar, que aún sigue operando como centro social católico, en donde se ofrece los sábados y domingos el catecismo, a dos años de su acondicionamiento como comedor, ha sufrido grandes cambios.
Ahora, ya cuenta con un comedor, el cual en el marco del segundo aniversario, llevará como nombre de Rosa María Domínguez, quien por más de tres décadas sirviera a este lugar y quien en el mes de abril falleciera.
De acuerdo con el párroco, será en honor, que lleve su nombre a este espacio recién rehabilitado y que recibirá la bendición del obispo Luis Martín Barraza Beltrán.
También, este espacio cuenta con sanitarios para hombres y mujeres así como una regadera en cada uno de ellos, con la intención de que los migrantes o quienes se encuentren de paso, pueden hacer uso de ellos durante la operatividad del centro, que es de lunes a sábado de 9:00 a 11:00 horas y de 4:00 a 18:00 horas.
Como parte de la celebración que se tendrá, está el compartir un mole verde acompañado por arroz y espagueti, platillo que se repartirá entre los migrantes que se encuentren en el momento y voluntarios. Serán 25 kilos de carne y cerca de 10, de arroz y pasta.
El párroco, quien recordó que en el 2023 iniciaron la labor entregando alimento directamente en los patios de Ferromex, en donde se llegaban a congregar miles de migrantes en espera de poder subir a un tren que los llevara a la frontera. Sin embargo, con el cierre del lugar, fue necesario acondicionar un espacio, a fin también de evitar abusos por parte de los vecinos de los alrededores, quienes para cargar su celular o simplemente hacer uso de los sanitarios, les cobraban mínimo 30 pesos por persona.
Tan solo el año pasado y parte del 2023, de acuerdo con López, se brindaron cerca de 50 mil servicios (desayunos, comidas y cenas) y en lo que va del 2025, suman casi 4 mil, pues en este año se redujo notablemente el paso de familias enteras con la intención de llegar a Estados Unidos.
“Gracias a la generosidad de las personas, ya hay baños, regaderas, una cocina industrial, es un lugar muy bonito, no tenemos albergue, es solamente comedor pero con la ayuda que les damos es una ayuda muy humanitaria por parte de la Parroquia de Fátima”.
Comentó que en estos dos años de servicio, han llegado migrantes de más de 20 países, así como mexicanos que fueron deportados de Los Estados Unidos, con las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno Americano.
El párroco, recalcó que aunque el paso ha disminuido en relación al 2023, el Centro Social Católico seguirá con sus puertas abiertas, y con el apoyo de más de 40 voluntarios de la parroquia, quienes brindan su tiempo para atender a quienes se encuentran de paso por la ciudad.