Congreso de Durango tipifica acecho como delito conpenas de hasta seis años
El Congreso del Estado de Durango aprobó por unanimidad las reformas al Código Penal estatal para tipificar el acecho como delito, estableciendo penas de tres a seis años de prisión y multas de hasta 500 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA). Las sanciones podrán aumentar dependiendo de las circunstancias en que se cometa el ilícito.
La Comisión de Justicia presentó ante el Pleno el dictamen derivado de las iniciativas de los grupos parlamentarios del PRI yMorena, las cuales fueron analizadas y sometidas a votación para su aprobación. Con esta medida, Durango se suma a los estados que buscan prevenir y castigar la violencia psicológica y el acoso sistemático hacia las personas, especialmente mujeres.
De acuerdo con las reformas, comete el delito de acecho quien, por cualquier medio —incluidos los digitales—, siga, persiga, vigile, observe, rastree o contacte de forma reiterada a una persona, provocando con ello daños emocionales, miedo o afectaciones en su estilo de vida y libertad personal.
La diputada Delia Enríquez Arriaga explicó que este tipo de conductas suelen ser el inicio de otras formas de violencia, al involucrar vigilancia o comunicación no deseada que genera daños psicológicos y emocionales, e incluso pone en riesgo la integridad física y patrimonial de las víctimas.
Asimismo, el dictamen contempla sanciones más severas para los servidores públicos que, aprovechando su cargo, cometan actos de acecho. Enríquez Arriaga destacó la voluntad de las fuerzas políticas representadas en el Congreso y subrayó la importancia de frenar este tipo de comportamientos desde su raíz.
“Así comienza la violencia: cuando los agresores observan o intentan controlar a sus víctimas. No podemos permitir que quienes están en posición de poder se escuden en sus cargos para violentar a las personas”, señaló.
La legisladora recordó que no son pocos los casos de mujeres acosadas por exparejas, estudiantes vigiladas por maestros o trabajadoras domésticas hostigadas por sus patrones, ejemplos que reflejan la necesidad de fortalecer la protección legal ante este tipo de conductas.
Finalmente, la reforma también contempla un incremento de un tercio en la pena mínima y máxima cuando el acecho se cometa con el uso de un arma o mediante violencia, o en contra de personasmenores de edad, adultos mayores o en situación de vulnerabilidad.
El aumento de la sanción también aplicará cuando exista una relación de confianza, autoridad o dependencia —como vínculos familiares, laborales, religiosos, educativos o políticos— y el agresor se aproveche de esa posición para cometer el delito.
