¿Cuál es el nivel hoy de las presas tras paso de Lorena?
Las recientes lluvias provocadas por el huracán y posterior ciclón tropical “Lorena” han generado aportaciones significativas a las principales presas del sistema Nazas, permitiendo que sus niveles de almacenamiento superen los mil millones de metros cúbicos de agua. Este repunte hídrico representa un respiro para el campo de la región lagunera, que ha enfrentado condiciones de sequía durante gran parte del año.
De acuerdo con los reportes diarios emitidos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la presa Lázaro Cárdenas, conocida como “El Palmito”, registra un almacenamiento de 956 millones de metros cúbicos, lo que equivale al 32.3 por ciento de su nivel ordinario. Actualmente, no presenta salidas de agua, mientras que sus entradas alcanzan los 784 metros cúbicos por segundo, reflejando una recuperación importante aunque aún por debajo de lo esperado por productores y especialistas.
Por su parte, la presa Francisco Zarco, también llamada “Las Tórtolas”, cuenta con un almacenamiento de 169 millones de metros cúbicos, equivalente al 54.8 por ciento de su capacidad ordinaria. Las entradas se sitúan en 170 metros cúbicos por segundo, mientras que las salidas son de 2.5 metros cúbicos por segundo para seguir atendiendo al programa del gobierno federal Agua Saludable para La Laguna.
La suma de ambas presas ha permitido superar la barrera de los mil millones de metros cúbicos de agua, lo que representa un avance relevante en el contexto agrícola de la región. Estos escurrimientos, derivados de las precipitaciones en los estados de Sinaloa y Durango, han sido clave para mejorar las condiciones de abastecimiento en los sistemas de riego.
Cabe destacar que la Comarca Lagunera ha enfrentado una sequía prolongada durante la mayor parte del año, afectando directamente al sector agrícola. Por ello, la llegada gradual de agua a las presas es fundamental para garantizar la producción de cultivos y la sostenibilidad de las actividades agropecuarias.
Las autoridades continúan monitoreando los niveles de almacenamiento y las condiciones climáticas, con el objetivo de administrar eficientemente los recursos hídricos y asegurar el abastecimiento tanto para el campo como para el consumo humano.
