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A la ciudadanía

Despejar la duda

GERARDO JIMÉNEZ GONZÁLEZ

Al momento que Prodefensa del Nazas, A.C., inicia su campaña @NazasVivo algunos ciudadanos expresaron diferentes cuestionamientos, sobre todo de la factibilidad de dotar de un caudal ecológico en el cauce del río que atraviesa la Zona Metropolitana, de que se pueda recuperar el llamado Río Urbano. Quienes promovemos esta iniciativa estamos convencidos de que no solo es un propósito que cambiaría notablemente el paisaje en esta metrópoli, más allá de un deseo o aspiración romántica, creemos que es factible y necesario.

Recapitulando lo que ya hemos expuesto con anterioridad y con la disculpa de los lectores si somos reiterativos, hablar de recuperar el río Nazas equivale a recuperar la cuenca Nazas-Aguanaval, la superficie drenada por ambos ríos, pero es una tarea titánica no solo por la magnitud de la extensión que abarca, más de 90,000 km2, sino, sobre todo, por el grado de alteración que hemos provocado en ella. Como ejemplo, uno de los últimos estudios realizados en la cuenca alta con imágenes de satélite (Aguirre et al, 2008), se estimó que el 99.8% de la superficie que abarca presenta algún grado de erosión hídrica, por lo que lo hecho hasta ahora para revertir el daño con programas de servicios ambientales, se requerirán muchos más fondos y más tiempo para lograrlo.

En igual situación se encuentra la cuenca media, donde el manejo inadecuado de los pastizales también ha impactado estos ecosistemas, como lo indican estudios realizados en diferentes épocas por diversos grupos de investigadores (Ochoa et al, 1987; Quiñones et al, 2010), superficies que han sufrido cambios en el uso del suelo y otras prácticas inadecuadas de sobrepastoreo y repasto. Además de que, en ellas, más allá del esfuerzo parcial que realizan algunos dueños de los predios, no ha habido inversión pública que revierta el daño provocado.

Ambas condiciones indican que, al modificar los ecosistemas de bosque templado y pastizales, se ha alterado el flujo superficial y las filtraciones de agua al subsuelo que por gravedad inciden en los almacenamientos en las presas y en la recarga de los acuíferos, aguas abajo. Revertir esto para recuperar la cuenca hidrológica requiere la intervención gubernamental, la negociación con los dueños de los predios y un apoyo ciudadano hasta ahora no vistos, por lo que implicará involucrar a varias generaciones de ciudadanos si se desea alcanzar estándares de sostenibilidad ambiental y social que determinen el desarrollo la cuenca hidrológica, y con ello la sostenibilidad hídrica de quienes vivimos en la Comarca Lagunera.

Quienes promovemos @NazasVivo creemos que hay que empezar por el lugar donde vivimos, en la cuenca baja de ambos ríos, donde ha sido mayor la presión humana alterando los ecosistemas naturales, donde la gestión mercantil que se ha hecho del agua ha creado un desorden, sobre todo en el manejo de las concesiones y volúmenes, cuya disponibilidad por condiciones naturales es mayor, puesto que el resto de los municipios ubicados aguas arriba, fuera de la Comarca Lagunera, tienen economías con actividades productivas que dependen más de la lluvia que del riego (agricultura de temporal y ganadería extensiva), con densidades poblacionales menores que las existentes en esta región, sobre todo con respecto a la Zona Metropolitana (la población residente en la Comarca Lagunera equivale al triple que en el resto de los municipios de la cuenca).

La factibilidad de que se recupere el Río Urbano depende de la disponibilidad de agua para dotarle de un caudal ecológico, ya que, si bien nuestra legislación aún no reconoce a los ríos con derechos como cualquier otro usuario, si permite la asignación de volúmenes para dicho caudal. La promoción de medios jurídicos que realiza Prodenazas, A.C., ante instancias internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión de Cooperación Ambiental con EUA y Canadá, buscan reforzar esta intención de que se reconozcan derechos a los ríos.

Con la información existente, se cree que es posible disponer de esa agua si se aplican políticas públicas que regulen y mejoren su gestión en dos sentidos: por un lado, controlando las extracciones y el tráfico ilegal del agua superficial y, por el otro, mejorando la eficiencia en su manejo y uso.

Actualmente se camina en ese sentido a través de la ejecución de la Sentencia 543, que contempla regular las extracciones de agua del subsuelo y la asignación de volúmenes para recargar el acuífero principal, ubicando el cauce del río Nazas que atraviesa la Zona Metropolitana dentro del polígono de mayor abatimiento e importante zona de filtración. Este proceso avanza poco a poco, pero de manera firme, con la colaboración de la CONAGUA.

A la par, esta oficina federal implementa un programa de tecnificación de la infraestructura hidroagrícola en el Distrito de Riego 017, que pretende generar excedentes. En ambos casos se plantea la posibilidad de recuperar volúmenes de agua que podrán destinarse a cubrir la demanda del programa Agua Saludable y a la recarga del acuífero principal. Por todo lo anterior, es importante que continúe la discusión pública sobre este tema.

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