(ESPECIAL/REUTERS)
La presidenta Claudia Sheinbaum abordó cuestionamientos sobre presunto huachicol fiscal por el Cártel Jalisco Nueva Generación con apoyo de empresarios de Estados Unidos.
Esto a partir de un reportaje de la agencia de noticias Reuters, que reveló que una empresa fachada del cártel ingresó combustible de contrabando a México que también implicaría delitos como documentación falsa, sobornos y una red de corrupción.
El reportaje “How a ‘dark fleet’ of tankers helped a Mexican cartel build a fuel-smuggling empire” de Reuters revela cómo el Cártel Jalisco se hizo experto en usar buques petroleros para traficar combustible a México, con ayuda de empresarios estadounidenses.
El reportaje abre con la llegada en marzo pasado del buque petrolero Torm Agnes al puerto de Ensenada, transportando unos 120 mil barriles de diésel que luego fueron despachados a pipas en medio de la noche.
Se trata de una operación, como se ha venido reportando, donde contrabandistas ligados al cártel alteran el mercado de gasolinas mexicano al ingresar combustible de forma “disfrazada” al declarar otro producto.
En esta acción está involucrada la compañía en Houston, Ikon Midstream, que presuntamente adquirió el diésel en Canadá, lo declaró como lubricantes y luego el carguero entregó su contenido a la presunta empresa fantasma Intanza (con dirección en Monterrey) a quien autoridades mexicanas señalan de ser una tapadera para el CJNG.
Para descargar el combustible se contó con múltiples pipas, unas de ellas identificadas por pertenecer a la empresa Mefra Fletes, creada en Guadalajara en 2015.
Se aclara que no toda la carga del Torm Agnes fue despachada en Ensenada, otra parte se hizo en el puerto de Guaymas, hasta que tuvo que salir del puerto de forma apurada. Se presume que su partida se debió al aseguramiento el 21 de marzo de otro petrolero Challenge Procyon en el puerto de Tampico.
Al consultar a Ikon Midstream, Reuters recibió una negativa a declaraciones y la empresa dueña del barco, la danesa Torm, dijo que había dejado de hacer negocios con Ikon unas semanas después de la operación en Ensenada.
El gobierno de Estados Unidos ha dicho que después de las drogas, el tráfico y robo de combustible (crímenes que se engloban bajo el llamado huachicol) se ha vuelto el ingreso no relacionado a las drogas más grande para los cárteles en México.
Un experto consultado por la Secretaría de Hacienda calculó que el valor del huachicol ronda los 20 mil millones de dólares (380 mil millones de pesos con un tipo de cambio de 19 pesos) al año.
Reuters destacó que las agencias de seguridad en ambos lados de la frontera han decidido combatir tal delito, por un lado Estados Unidos ofrece un recompensa de hasta 10 millones de dólares por información sobre el huachicol; mientras en México, la Marina que fue encargada de los puertos y se vio envuelta en un caso de corrupción ha declarado que lanzó una investigación interna.
La investigación de la trama de huachicol entre México y Estados Unidos se resume en defraudación fiscal, planteó Reuters. Por un lado México impone el IEPS a varias mercancías, incluyendo las importaciones de diésel y gasolina; sin embargo los traficantes evaden el impuesto al declarar el combustible extranjero como si fuera otro tipo de producto.
Para ello, utilizan empresas fantasma, documentos falsificados y el pago de sobornos para ingresar el combustible ilegal a México. Sin embargo las irregularidades no terminan ahí, ya que incluso utilizan sitios no autorizados para descargar el combustible sin supervisión ni regulación; una vez en tierra, el diésel o la gasolina contrabandeada es vendida con descuento en el mercado mexicano a miles de estaciones, fábricas y minas.
El Departamento del Tesoro han documentado también que los cárteles roban el combustible y el petróleo crudo de Pemex para vender una parte en Estados Unidos, afectando a los productores estadounidenses.
Intanza estuvo involucrada también en el caso del petrolero Challenge Procyon, asegurado en el puerto de Tampico (Tamaulipas) en marzo pasado, cuando le solicitó a un juez una orden para liberar al barco que decía tener lubricantes, pero luego el secretario de Seguridad Omar García Harfuch reveló que contenía unos 10 millones de litros de diésel.
Según las autoridades de ambos países, el CJNG ha fortalecido tanto su operación de huachicol que el crudo robado en México es enviado a Estados Unidos y luego regresa con productos refinados que son contrabandeados en pipas, trenes y buques.
El primer uso de un petrolero fue alrededor de 2020, según documentos gubernamentales, aunque el crimen no se atribuía a un cártel en específico.
Desde septiembre de 2024, aún con Joe Biden como presidente, el Departamento del Tesoro comenzó a sancionar a mexicanos y unas 30 compañías presuntamente ligadas al CJNG, entre estas gasolineras, empresas de transporte e incluso una panadería.
El extenso reportaje menciona que la trama del huachicol ha involucrado a políticos de alto nivel, al mencionar que la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez acusó a Morena de recibir financiamiento del empresario tamaulipeco Sergio Carmona, que era conocido por estos negocios y fue asesinado en 2021.
Según un documento gubernamental consultado por Reuters, entre las campañas electorales supuestamente financiadas por Carmona estuvo la presidencial de López Obrador en 2018.
Un empresario consultado declaró que la demanda en México de aceites lubricantes ronda apenas el millón de toneladas al año, pero un análisis documental apuntó que a México ingresaron sólo en 2024 unas 3.5 millones de toneladas de estos productos desde Estados Unidos, lo que ha sido reconocido por Hacienda como una estrategia de defraudación fiscal.