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No hagas cosas buenas...

Dos planes

ENRIQUE IRAZOQUI MORALES

Hay similitudes que, aunque asimétricas completamente en su magnitud, no pueden dejar de compararse: el magnicidio del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, acaecido el pasado primero del presente mes en plena plaza pública de su localidad y en medio de la fiesta tradicional mexicana más profunda de Michoacán, Día de Muertos; la marcha del pasado sábado convocada por la Generación Z; el clamor de la clase emprendedora de La Laguna de Durango para suplicar por la intervención de la autoridad estatal para frenar las extorsiones que por meses atrás ha venido padeciendo el empresariado lagunero en distintas ramas, particularmente en Gómez Palacio, y finalmente, el asesinato del exsecretario del Ayuntamiento José Ángel Mascorro Muñoz, quien desempeñó el cargo apenas los últimos cuatro meses de la Administración, ya concluida en septiembre pasado, encabezada por Leticia Herrera Ale.

Empezar por el terrible asesinato de Manzo, ampliamente comentado a lo largo y ancho del país y más allá de las fronteras. Valiente servidor público que desempeñaba su segundo cargo de elección popular. Había sido diputado federal por Morena para luego independizarse y alcanzar la presidencia municipal de Uruapan. El Movimiento del Sombrero distinguió el grupo de apoyo que le permitió al extinto edil llegar a la posición que desgraciadamente le costaría la vida.

Vale la pena señalar una vez más como se ha hecho todos los días que Carlos Manzo, sabedor que su municipio estaba en manos de la delincuencia organizada, decidió enfrentarlos con gallardía. El desenlace fue funesto, pero lo más grave de todo es que fue anunciado. El uruapense había clamado reiteradas ocasiones por la ayuda del Gobierno federal para poder combatir a los criminales que tienen bajo su yugo a su pueblo --como sucede en amplias regiones de México-- y fue ignorado casi por completo.

Si bien se le envió un contingente de la Guardia Nacional para protegerlo, evidentemente no funcionó por más que el mismísimo secretario de la Defensa Nacional, general Ricardo Trevilla, haya declarado en días en La Mañanera que sus elementos no fallaron, que fueron otros los que no protegieron la vida del difunto alcalde.

Apenas el sábado, se llevó a cabo en distintas ciudades del país una marcha convocada por jóvenes que a los que por el rango de edad que tienen se les denomina como Generación Z. El motivo de la manifestación era protestar por el clima de inseguridad que campea en distintas latitudes del territorio nacional, por los casos de corrupción destapados de relevantes personalidades del grupo en el poder, entre otras cosas.

En Gómez Palacio, Durango, de distintas formas, con plantones, declaraciones a la prensa, desplegados, la clase empresarial organizada ha denunciado una y otra vez haber sido víctimas de extorsión

El colofón de los cuatro hechos que se quieren comparar fue el lamentable homicidio de Mascorro Muñoz, quien justo saliendo de su domicilio, un sujeto se le acercó a la ventanilla derecha delantera de su auto, y luego de una aproximación, le disparó hasta en 10 ocasiones, cegando la vida del exfuncionario en el acto.

Las desgraciadas comparaciones son evidentes: Carlos Manzo suplicó apoyo de la federación, además de oído fue incluso criticado parcialmente por la mismísima presidenta Claudia Sheinbaum Pardo por la postura del finado que pedía ultimar a aquellos criminales sorprendidos en flagrancia de un delito de alto impacto. Con el paso de los días luego del asesinato, la presidenta atendió de manera más contundente la crisis de Michoacán, aunque Manzo ya no estará nunca.

En una reciente gira del doctor Esteban Villegas Villarreal, gobernador de Durango, en la Comarca Lagunera expresó que para combatir a los supuestos extorsionadores, bastaba con que se lo dijeran a él, que para eso es el gobernador. Negó que el clima de inseguridad fuera alarmante porque empresarios serios --no los que se habían pronunciado-- le reportaban que no había mucho de que preocuparse. Las atroces imágenes que muestran la ejecución de José Ángel hablan por sí mismas.

En el tema de Manzo se ha generado el Plan Michoacán con una millonaria inversión del Gobierno de la República. Quizá en lo local algo podría crear el gobernador Villegas Villarreal y le plante cara al problema de Gómez Palacio tal como sucedió en Michoacán.

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