En su motocicleta, el intrépido y aventurero lagunero recorrió 680 kilómetros en casi 15 horas. (Especial)
En días pasados, el motociclista lagunero deportivo, Alejandro Marmolejo, cumplió uno de los retos más desafiantes en su carrera, como lo es el participar y concluir en el Baja Score 400.
Se trata de una prueba de recorrer 680 kilómetros de terracería y caminos complicados en un solo día, con salida y META en Ensenada, Baja California.
Lo hizo en un tiempo de 14 horas y 56 minutos.
En los registros de la prueba, no hay ningún lagunero que haya competido bajo alguna modalidad ya sea en motos ó vehículos. Además de ser una de las competencias más complicadas en el plano internacional, tiene un elevado costo económico, debido a la logística que representa.
Dentro de este viaje al oeste del país, lo acompañaron su padre, su hermano Miguel y su tío Arturo, quienes lo felicitaron por el esfuerzo luego de terminar su recorrido, al cabo de casi 15 agotadoras horas. Lo hizo en la categoría Pro Iron Man, la más retadora de la prueba anual, ya que solamente tienen 16 horas para concluir.
“Aún no se me baja la adrenalina de la carrera, en mi insomnio recuerdo la llegada con mi papá y mi hermano, ellos son mi mejor ejemplo de que un día puedes estar tocando fondo en lo emocional, en lo económico y vivir el proceso de verlos en acción encontrando de nuevo su camino y volverse a levantar, nunca se dan por vencidos, los 3 hemos pasado por esas curvas y subibajas de la vida”, comentó.
Y es que indicó que la carrera en moto en la BAJA es muy parecida a la vida, ya que inicia en la obscuridad, sale la luz del sol y a la vez, miles de obstáculos, con sensación de frío, calor y miedo, por lo que la mente y cuerpo piden a la vez que se pare de sufrir.
Además agregó: “Pero tu corazón te dice que sigas adelante, que no te rajes, pasas un límite que ya no sientes el dolor, la mente se rinde y coopera, me siento orgulloso de ser hijo de mi papá, me siento orgulloso de mi hermano, hace años que ya no necesito de su validación, ya no necesito de sus aplausos, siento mucha alegría que me acompañen en estos momentos, mucha alegría verlos contentos con lo que hago”.
Comentó que ha logrado entender, que lleva el volante de su vida al igual como lo hace en la moto, ya que nadie puede manejar por él. “Como en la carrera tengo que encontrar el camino y por muy difícil que sea tenemos que seguir avanzando, agradezco a Dios por esta gran experiencia”.
Marmolejo indicó que en definitiva, la prueba eso es para los que nacieron en Baja California y están acostumbrados a esos terrenos, aunque la mayoría lo hace en equipo, a diferencia de él, que lo hizo de manera personal en la categoría Ironman.
“Me preparé mentalmente como lo hago en cada reto, me acerqué a la gente que trae una vibra muy alta y lo hice, venciendo dudas y miedos antes de la carrera. El reloj de mi vida no se detiene , cada vez me acerco más al día final de mi vida y no me perdonaría saber que podía y no haberlo intentado”, concluyó.