México prohíbe 35 plaguicidas altamente peligrosos: un paso histórico hacia una agricultura más saludable
En una decisión sin precedentes en más de tres décadas, el Gobierno de México ha decretado la prohibición total de 35 plaguicidas considerados altamente peligrosos para la salud humana y el medio ambiente. La medida, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, busca transformar el modelo agrícola nacional hacia prácticas más sostenibles y seguras.
El decreto, que será publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), establece que la Administración Pública Federal deberá revocar y abstenerse de otorgar cualquier tipo de autorización, permiso o registro relacionado con la producción, importación, comercialización, uso y disposición final de estos plaguicidas en todo el territorio nacional.
Esta acción representa el mayor avance regulatorio en México desde 1991, cuando se prohibieron 21 ingredientes activos. Hoy, 34 años después, el país da un paso más firme hacia la protección de la biodiversidad, los recursos naturales y la salud de la población.
La prohibición fue resultado de un análisis técnico y científico coordinado entre las Secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Salud y Economía. Estas dependencias evaluaron los riesgos de los plaguicidas, muchos de los cuales son persistentes en el ambiente y pueden acumularse en los tejidos humanos y animales, afectando la cadena alimenticia.
México reafirma su adhesión a los Convenios de Estocolmo y Rotterdam, que regulan el uso de contaminantes orgánicos persistentes y químicos peligrosos en el comercio internacional. Además, esta política se alinea con los estándares de la FAO y la OMS, fortaleciendo el compromiso del país con una agricultura moderna, responsable y soberana.
El decreto forma parte de una estrategia nacional integral que busca garantizar la producción de alimentos saludables, proteger a los trabajadores agrícolas y fomentar el acceso a alternativas fitosanitarias menos riesgosas y más accesibles para pequeños y medianos productores.
El Gobierno de México, en colaboración con la industria de protección fitosanitaria y la comunidad científica, promoverá el desarrollo y adopción de nuevos productos que representen menor peligro para la salud y el ambiente. Esta transición busca equilibrar la seguridad alimentaria con la sostenibilidad, en el marco del Plan México para aumentar la autosuficiencia alimentaria.
Las secretarías involucradas ya trabajan en la identificación de otras sustancias que podrían ser prohibidas en futuras etapas de esta estrategia. El objetivo es avanzar hacia un modelo agrícola que respete la vida, la salud y el entorno natural.