ESTA AVECILLA DE PRESUROSO ANDAR SE LLAMA TILDÍO.
Su nombre es onomatopéyico: la palabra imita la voz del pequeño pájaro. Amo al tildío porque es actor, como lo fui yo en mi juventud. Cuando un predador -serpiente, gavilán, zorrillo, halcón- anda cerca del nido, hecho en la tierra, donde la hembrita empolla los huevos o cuida a los polluelos, el tildío finge cojear, arrastra el ala y lanza lastimeros trinos como si estuviera herido. El predador va hacia él, creyéndolo indefenso, y así el tildío aparta el peligro que amenazaba a su compañera y a su prole.
Este pajarillo gusta de los lugares donde hay agua. Anda siempre a la carrera junto a los ríos, lagos y lagunas. Lo miro ir y venir en el estanque del Potrero, en el arroyo y las acequias. Procuro no turbarlo. A la distancia lo saludo en voz muy baja:
-Hola, colega.