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Movimiento consciente para aliviar los dolores menstruales

La dismenorrea es un problema femenino lamentablemente común, puede mitigarse a través de bailes enfocados en la distensión de los músculos uterinos. El proyecto Danzar la Luna utiliza técnicas para ayudar a las mujeres a tener una mejor menstruación.

Imagen: Saúl Sifuentes. Puesta en escena de ¿Puedes ver si me manché?, obra del grupo de danza menstrual Danzar la Luna.

Imagen: Saúl Sifuentes. Puesta en escena de ¿Puedes ver si me manché?, obra del grupo de danza menstrual Danzar la Luna.

JENIFER CRISPÍN RIVERA

En el libro Pariremos con placer (2014), la autora Casilda Rodrigáñez Bustos analiza la anatomía y funcionamiento del útero, comparando los movimientos naturales de este órgano con el palpitar de una medusa, un ente flexible que puede expandirse y contraerse. Como un ser evolutivo, el cuerpo se adapta a su realidad. Desafortunadamente, la escritora asegura que la realidad de lasgeneraciones actuales es nacer con úteros acalambrados y sin la idea de que “nunca debería dolerte”.

Así, para muchas mujeres es común experimentar dolor uterino cada vez que ocurre su sangrado menstrual. A este padecimiento —que en ocasiones se vuelve incapacitante— se le conoce como dismenorrea y, cuando está presente, convierte a esos díasen los más complicados del mes. Aunque para la mayoría de las que lo sufren ya es costumbre, no deja de ser motivo de incomodidad e inseguridad, llegando a provocar incluso problemas de autoestima.

Aunque la mitad de la población menstrúa en algún punto de su vida —generalmente por varias décadas de su existencia—, todo lo relacionado con este ciclo biológico sigue siendo tabú en buena parte del mundo, incluyendo nuestro país. La escasa educaciónen el tema hace que miles de adolescentes y adultas se resignen a padecer fuertes dolores porque se les enseña que no hay nada que hacer al respecto. No obstante, existen métodos que permiten hacer más llevadera la menstruación, la danza es uno de ellos. Además de efectivo, no produce efectos secundarios y a su vez fortalece la salud femenina integral.

Los movimientos pélvicos se consideran sanadores porque los cólicos no son más que calambres, es decir, tensiones de los músculos. La capacidad pulsante del útero, aunada a esa tensión, provoca aún más dolor. Pero este puede contrarrestarse con ejercicios que relajen los músculos del vientre.

BAILAR PARA MITIGAR EL DOLOR

Imagen: Saúl Sifuentes. Puesta en escena de ¿Puedes ver si me manché?, obra del grupo de danza menstrual Danzar la Luna.
Imagen: Saúl Sifuentes. Puesta en escena de ¿Puedes ver si me manché?, obra del grupo de danza menstrual Danzar la Luna.

La llamada danza menstrual —o del vientre— es una fusión entre los bailes orientales y las coreografías contemporáneas, donde se mezclan el movimiento con la meditación y la música, algo esencial no sólo para aliviar las molestias físicas, sino para reflexionar acerca de cómo cada quien lleva su ciclo. Al poner estos ejercicios en práctica, es necesario indagar en las experiencias incómodas que se viven en torno a la menstruación. Al finalizar cada sesión llegan una relajación y un bienestar provocados por las endorfinas,la serotonina y la oxitocina, químicos de la felicidad que nuestro sistema nervioso genera de forma natural, sobre todo cuando hay actividad física.

Estas danzas unen el arte y el movimiento consciente con un propósito: la regulación hormonal, teniendo un especial impacto positivo en la salud pélvica. Se adaptan a las distintas fases del ciclo menstrual y ayudan a desinflamar el vientre. Por supuesto, apesar de que el enfoque está en los huesos, músculos y órganos que se encuentran del abdomen a la cadera, todo el cuerpo resulta beneficiado por los ejercicios.

Quienes se dedican a la enseñanza de este tipo de baile deben ser educadoras menstruales, es decir, guías capacitadas que ofrecen información sobre salud menstrual de manera segura y libre de estigmas.

DANZAR LA LUNA

Imagen. Facultad de Ciencias Politicas y Sociales, Taller Danzar la Luna
Imagen. Facultad de Ciencias Politicas y Sociales, Taller Danzar la Luna

Cecilia Arrañaga, licenciada en danza contemporánea y educadora menstrual, es creadora del proyecto Danzar la Luna: Educación Menstrual desde el Movimiento Consciente, ubicado en Torreón, Coahuila. En 2018, mientras estudiaba en Xalapa, Veracruz, sufrió una lesión en la columna que la hizo iniciar un largo proceso de recuperación. 

“Estuve un año en rehabilitación. Me prohibieronacercarme a la danza, ya no iba a poder bailar, era trágico. Ese año, para mí, en lugar de ser un impedimento y limitación para la lo básico: aprender a caminar de nuevo, incluso a ordenar mi forma de dormir para no lesionarme. Poco a poco identificaba momentos donde para mí era más difícil atravesar la terapia emocionalmente y había momentos en los que no. Entonces supe que tenía un patrón emocional relacionado con mi ciclo menstrual; de ahí empecé a conocer mi ciclo menstrual-ovulatorio- hormonal. El proceso de investigación fue algo personal, una búsqueda para entender mejor lo que pasaba mi cuerpo a través de mi ciclicidad”, explicó Arrañaga en entrevista. 

Después de su recuperación, Cecilia pudo concluir su licenciatura. Su proyecto de titulación fue un estudio comparativo referentea la ciclicidad menstrual y la educación somática, que se basa en la relación entre cuerpo y mente como factor del bienestar. En ellase usa el conocimiento anatómico para realizar movimientos básicos que impactan a los tejidos más suaves del cuerpo, como los de los órganos internos. De ahí surgió Danzar la Luna.

“Danzar la Luna como movimiento consciente, para hablar sobre nuestro ciclo y permitir que algunos movimientos nos brinden laposibilidad de relajar nuestro sistema nervioso; eso podría mejorar la forma en la que atravesamos la ciclicidad. Traer esta práctica como una oportunidad de salud corporal, espiritual y emocional”. Su interés por impartir talleres nace desde la ética profesional en un ambiente en que la reproducción y todo lo que tiene que ver con ella todavía es tema tabú, a pesar de su relevancia en la vida detoda persona menstruante.

“No creo que haya hermandad comparable a  dos mujeres en un baño prestándose una toalla o el 'puedes ver si me manché'. Ese tipo de cosas nos une. Tengo presente la responsabilidad que es manejar un tema así; es una experiencia que nos conecta comoseres humanos”. 

SESIONES PROFUNDAS

Imagen: Unsplash/ Annika Gordon.
Imagen: Unsplash/ Annika Gordon.

Cabe aclarar que aunque actualmente el grupo con el que trabaja Cecilia está conformado únicamente por mujeres cis —que se identifican como tal—, el espacio no está cerrado a hombres trans u otras identidades de género. 

Al comenzar cada sesión, lo primero que se hace es hablar, no sobre aspectos técnicos ni teóricos, sino sobre vivencias menstruales. Además, se incluye una actividad de preguntas anónimas para identificar mejor el contexto social del grupo. Después llega la fase del autoconocimiento y del movimiento.

A la hora de moverse es necesario notar la resistencia que se genera en el cuerpo, algo que Cecilia define como “no propio”. Es cuando las alumnas se enfrentan a diversos traumas. Se trata de una contención que no sólo es responsabilidad de ellas, sino que surge de cargas sociales que terminan convirtiéndose en cargas emocionales. Si alguna de las asistentes encuentra alguna actividad demasiado invasiva, no tiene que hacerla; cada quien a su tiempo.

Además, cabe mencionar que no todos los dolores uterinos pueden eliminarse de este modo, pues muchas veces su origen es más complicado y se necesita atención médica especializada para tratarlo; es el caso de padecimientos como la endometriosis.

Por otro lado, hay experiencias muy reveladoras, momentos en que la práctica se vuelve catártica, llegando a la euforia o a la liberación de miedos y tensiones. En ocasiones, las presentes acompañan con abrazos a alguna compañera que llora, que pausael baile por no saber cómo decir lo que siente.

En muchos contextos, la menstruación es algo sobre lo que hay que guardar silencio y mantener oculto. Cuando esto sucede, pasa directamente a ser algo negativo para la misma mujer; por ello, para lograr una sexualidad saludable y sin tabús es necesaria la disposición al autoconocimiento.

niffercr2@gmail.com

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