Mueren decenas de árboles trasplantados por obras viales en Torreón
Un recorrido por la Alameda revela que varios de los árboles trasplantados del bulevar Independencia y Abastos muestran signos evidentes de deterioro. Algunos están completamente secos, otros apenas sobreviven. De acuerdo con los jardineros locales, cerca del 20 por ciento de los ejemplares ya han muerto.
En la plaza Marquesa, ubicada cerca del Aeropuerto de Torreón, también se observan árboles secos, de los que originalmente se encontraban en el camellón central del bulevar y que fueron reubicados por las obras del sistema vial.

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23 de ellos son árboles son chicos y otros 44 de tamaño grande, además de dos palmasLa identificación de los árboles fue posible porque los colectivos Encuentro Ciudadano Lagunero y Migala colocaron listones y distintivos en cada ejemplar para darles seguimiento, acción ciudadana que permitió constatar que muchos de los reubicados no se encuentran en los sitios oficiales anunciados por el gobierno municipal, como serían el Bosque Urbano, el Bosque Venustiano Carranza y el bulevar Constitución. En cambio, fueron llevados a espacios no contemplados en el proyecto ejecutivo, como la Alameda Zaragoza y la Plaza Marquesa.
Izchel Caballero, integrante del movimiento, denunció que desde los primeros días del trasplante se detectaron inconsistencias entre la información oficial y la realidad.

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El proyecto como se ha informado plantea medidas de eficiencia“Nos dijeron que los árboles irían a tres lugares específicos, pero encontramos ejemplares en zonas no mencionadas, como la Marquesa, donde colocaron palmas adultas en condiciones precarias, de madrugada y sin iluminación, dañando incluso el mobiliario urbano”, relató.
La falta de información oficial ha sido una constante. Las solicitudes de transparencia han sido respondidas con listados incompletos y omisiones evidentes. A la fecha, al menos 11 árboles siguen sin paradero confirmado, lo que ha obligado a los ciudadanos a utilizar herramientas como Google Maps para rastrearlos.
Más allá de la desinformación, el colectivo denuncia que los trasplantes se realizaron sin seguir el método científico adecuado para zonas semidesérticas como Torreón. Este procedimiento exige una preparación de seis meses, poda controlada del 80% de la copa y cuidados específicos para preservar las raíces. En cambio, los árboles fueron desmochados, arrancados sin membranas protectoras y trasladados con raíces de apenas 30 a 45 centímetros.
Los datos de los colectivos son más alarmantes. Estiman que en la Alameda el 70% de los árboles trasplantados ya están muertos apenas dos semanas después de su reubicación. En otras zonas, como el bulevar Constitución, consideran que la tasa de mortandad ronda el 20%.
La situación también ha afectado a la fauna local. En plena temporada de migración, las aves que habitaban los árboles removidos han perdido su hábitat. Algunos reportes indican que han migrado a zonas como Las Trojes, donde ya existía una población estable de especies, generando presión sobre ese ecosistema.
“Los árboles no son solo elementos decorativos, son organismos vivos que forman parte del equilibrio ambiental de la ciudad. Su mal manejo representa una pérdida ecológica y simbólica que no podemos ignorar”, dijo Caballero.