LAS FÁBULAS DE MIS PACIENTES
No presumo de escritor y menos de ilustrado, solo soy un veterinario apasionado que pretende compartir fábulas de sus pacientes, intentando plasmarlas en cuartillas de colores, para que al leerlas escuches ladridos de perros agradecidos, recobrando la salud con ayuda de mi asistente, del Señor, que siempre está presente.
En legado a mis viejos años de tanto ir y venir, bellos relatos me ha distinguido vivir; los he compartido a través de lustros, aunque debo decir que de la mente no han brotado, fue mi corazón que los ha editado. Agradezco a mis lectores el gusto de la preferencia, compartiendo historias donde sonreirán y, en otras, lágrimas surgirán.
Le doy gracias al Creador por haberme iluminado con ávidos leedores a un modesto aficionado. Embelesado estoy de una bella pasión, ejerciendo aún mi profesión. Con su permiso, culminaré el compromiso de sanar sus males antes del otoño de mis facultades. Qué mayor privilegio que no perder la lucidez, disfrutando en la vejez mi mayor tesoro: a los hijos de mis hijos.
Soy un bienaventurado de la vida que disfrutó sus logros, siendo la perseverancia mi mayor fragancia. Poseo una familia que me bendice, colmada de seres amados a quienes debo lo que soy. Y qué decir de mi otra riqueza: a mis amigos de espléndida nobleza.
Ofrezco una disculpa por esa pasión en la que un servidor vivió, deleitando y haciendo lo que mi corazón sintió. Y cuando llegue la hora de partida, todas las criaturas que ilustraron mi vida las escucharé ladrando con su rabo abanicando, y entonces exclamaré con fervor... "Ya estoy con el Creador".
Y colorín colorado, cumpliendo un sueño anhelado, perros y gatos han declarado ser felices cuando a tres lectores el libro ha deleitado... "El escribidor de perros", de este humilde apasionado.
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