¿Qué ha pasado con los árboles transplantados del Independencia?
Un recorrido por la Alameda revela que varios de los árboles trasplantados del bulevar Independencia y Abastos muestran signos evidentes de deterioro. Algunos están completamente secos, otros apenas sobreviven. De acuerdo con los jardineros locales, cerca del 20 por ciento de los ejemplares ya han muerto, sin embargo, los colectivos consideran que es un 70%.
En la plaza Marquesa, ubicada cerca del Aeropuerto de Torreón, también se observan árboles secos, de los que originalmente se encontraban en el camellón central del bulevar y que fueron reubicados por las obras del sistema vial.

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23 de ellos son árboles son chicos y otros 44 de tamaño grande, además de dos palmasLa identificación de los árboles fue posible porque los colectivos Encuentro Ciudadano Lagunero y Migala colocaron listones y distintivos en cada ejemplar para darles seguimiento, acción ciudadana que permitió constatar que muchos de los reubicados no se encuentran en los sitios oficiales anunciados por el gobierno municipal, como serían el Bosque Urbano, el Bosque Venustiano Carranza y el bulevar Constitución. En cambio, fueron llevados a espacios no contemplados en el proyecto ejecutivo, como la Alameda Zaragoza y la Plaza Marquesa.

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El proceso de trasplante de los árboles está inconcluso y a su término se elaborará un reporte detalladoIzchel Caballero, integrante del movimiento, denunció que desde los primeros días del trasplante se detectaron inconsistencias entre la información oficial y la realidad.
“Nos dijeron que los árboles irían a tres lugares específicos, pero encontramos ejemplares en zonas no mencionadas, como la Marquesa, donde colocaron palmas adultas en condiciones precarias, de madrugada y sin iluminación, dañando incluso el mobiliario urbano”, relató.
Comentó que la falta de información oficial ha sido una constante, ya que las solicitudes de transparencia han sido respondidas con listados incompletos y omisiones evidentes. A la fecha, al menos 11 árboles siguen sin paradero confirmado, lo que ha obligado a los ciudadanos a utilizar herramientas como Google Maps para rastrearlos.