Dos sucesos de magnitud ocurridos en las semanas recientes han puesto en jaque al gobierno de Claudia Sheinbaum y cimbrado las políticas sociales y de seguridad del régimen.
Ambos eran ampliamente previsibles e incluso evitables, sin embargo no se contó con la voluntad y una estrategia eficaz para ello.
El primero fue el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, perpetrado en la plaza central de dicha población el pasado primero de noviembre, el día de Todos los Santos y en la víspera del Día de Muertos.
Ya todos conocemos las reacciones a nivel nacional e internacional provocadas por este grave hecho, también recordamos las evasivas del gobierno de Michoacán y de la presidenta Sheinbaum para aceptar las responsabilidades del mismo.
A 19 días del crimen se detuvo al supuesto coordinador operativo de nombre Jorge Armando "N", alias "El Licenciado", ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación.
Es evidente que una ejecución de tal magnitud debió ser ordenada del más alto nivel del crimen organizado, sin embargo como hemos visto tantas veces será muy difícil que caiga el verdadero responsable.
El segundo suceso se refiere a la manifestación realizada el sábado pasado por la llamada "Generación Z" que al menos en la Ciudad de México y en Guadalajara fue violentada por un grupo extraño llamado "bloque negro".
Una vez más las autoridades federales actuaron de manera errática, empezando por desacreditar anticipadamente la protesta por ser de "la derecha" o porque supuestamente estaba organizada "desde el extranjero".
La propia presidenta Claudia Sheinbaum se encargó de censurar a los jóvenes de la marcha tal como si las calles y el zócalo fueron exclusivos de Morena y de grupos extremistas de izquierda que han hecho barbaridades en protestas anteriores por las avenidas capitalinas.
Todavía más, se dio la orden de blindar el zócalo de la Ciudad de México para impedir que estos "jóvenes de derecha" no entraran a la simbólica plaza como si fueran de otro país o de otro planeta, sin respetar los derechos que goza todo mexicano de expresarse libremente y de manera pacífica a lo largo y ancho del país.
El siguiente error craso fue enviar a un grupo de policías, armados al estilo de los granaderos, para reprimir a los manifestantes lo que no se veía en el país desde hace varios años.
Extrañamente a las autoridades capitalinas y a las federales se "les coló" el llamado "bloque negro" que se dedicó a violentar la protesta que de manera pacífica realizaban los jóvenes y otros no tan jóvenes de la "Generación Z".
Hubo muchos heridos, tanto policías como civiles, también detenidos y procesados, pero curiosamente hasta el momento las autoridades no han esclarecido la procedencia de dicho bloque que fue utilizado para desacreditar a los protestantes.
En protestas anteriores de grupos extremistas no intervino la fuerza pública para contenerla, pero ahora que se trató de opositores del régimen, el gobierno se dio el lujo de cerrarles el zócalo y luego de repelerlos como en los tiempos del PRI.
Extrañamente el origen del bloque negro permanece incierto, incluso el popular ChatGPT no ha sido capaz de identificarlo, a pregunta expresa esto contestó:
"No hay evidencia pública concluyente que identifique claramente a todos los "encapuchados" que protagonizaron los actos violentos durante la marcha de la Generación Z en la Ciudad de México, el 15 de noviembre de 2025".
Y agrega: "¿Qué se sabe hasta ahora? Diversos medios reportan que los encapuchados pertenecían a un grupo identificado como el Bloque Negro. Según El Universal, este bloque derribó las vallas metálicas en el Zócalo. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), participaron "grupos que no se habían visto antes en la CDMX" durante la marcha. Según Primera Línea, algunos de estos encapuchados tenían mazos, esmeriles y otros objetos para dañar las vallas".
Las autoridades reportaron 40 detenidos y por lo menos 100 policías lesionados, pero repetimos hasta el momento no se sabe quien está detrás de los rijosos quienes traían instrumentos y la orden para vandalizar el cerco metálico.
Situación parecida ocurrió en Guadalajara, allá el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, denunció que los agresores con pasamontañas fueron traídos de Michoacán y el Estado de México, ambas entidades gobernadas por Morena.
Escribimos este artículo por la mañana del 20 de noviembre, ignoramos que sucederá en la nueva marcha que organiza "Generación Z" para el día de hoy, esperamos que no termine en caos y violencia debido al "bloque negro" como ocurrió el sábado pasado.
Y que por vida de Dios el gobierno federal y su presidenta Claudia Sheinbaum brinden seguridad, libertad y respeto a todos los mexicanos sean de cualesquier corriente política.
México no merece más crímenes al estilo Carlos Manzo ni protestas infiltradas por "porros" profesionales.
DEL INCENDIO DE WALDO'S…
Las investigaciones del incendio de la tienda Waldo's en Hermosillo, donde fallecieron 23 personas, entró en el clásico impasse al estilo mexicano, por lo pronto renunciaron varios funcionarios locales por evidente negligencia en la supervisión del local que no contaba con salidas de emergencia eficientes. El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, solicitó a la UNAM y al Politécnico Nacional que colaboren en las pesquisas lo que indica que dicho Estado no cuenta con un organismo confiable para investigar siniestros.
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