Rehabilitación con apoyo espiritual con mejores resultados
El Centro de Rehabilitación Fe, Esperanza y Amor aplica un protocolo médico y otro espiritual de 45 días para estabilizar a cada interno, proceso que inicia con estudios clínicos y valoraciones especializadas, informó su director, el pastor Valentín Bustos Cabrera.
El responsable del centro explicó que al momento del ingreso se realizan análisis de sangre y orina con el objetivo de identificar infecciones, afectaciones por consumo de drogas u otros riesgos.
Posteriormente, el paciente es valorado por médicos, psicólogos y psiquiatras, quienes determinan su condición física y emocional para iniciar su proceso integral de recuperación.
Bustos Cabrera detalló que los primeros 45 días son esenciales, pues durante ese periodo se enfoca la atención en hidratación, vitaminas, medicamentos y reposición física completa del interno.
Dijo que esta fase es supervisada directamente por el doctor Luis Carlos Villa, así como por los enfermeros Estrella y Jesús Armando, además de la psicóloga Andrea Carlín, como parte del protocolo clínico.
El director resaltó que el modelo que manejan no corresponde al funcionamiento tradicional de un anexo, ya que incluye terapia espiritual y acompañamiento médico profesional desde el primer día.
Comentó que la recuperación busca preparar al interno para el reencuentro familiar después del periodo inicial, procurando condiciones físicas y emocionales óptimas para su reintegración.
Explicó que el centro brinda alimentación completa con desayuno, almuerzo, comida y cena, además de atención nutricional para quienes presentan gastritis, colitis u otras afectaciones.
Añadió que las instalaciones cuentan con dormitorios climatizados, áreas de juntas, zonas de recuperación, enfermería, psicología, psiquiatría y espacios diseñados para promover el bienestar.
Bustos Cabrera señaló que el índice de éxito del centro es superior al de otros establecimientos, logrando que solo dos de cada diez egresados regresen, frente a siete de cada diez en anexos tradicionales.
Indicó que quienes recaen suelen hacerlo por falta de vivienda, ausencia de respaldo familiar o porque no cambiaron sus hábitos ni su círculo social tras egresar del programa.
Asimismo, destacó que existen áreas específicas para mujeres, jóvenes y varones, cada una con camas individuales y privacidad para garantizar la comodidad de los internos.
El director afirmó que se trabaja intensamente con cada persona, especialmente en estas fechas, para modificar hábitos, romper con círculos dañinos y construir nuevas versiones de sí mismos.
Enfatizó que el enfoque del centro combina disciplina, acompañamiento espiritual, atención médica y un entorno seguro, con el propósito de que cada paciente recupere su estabilidad y proyecto de vida.
