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Retorna Banamex a manos mexicanas

JOSÉ SANTIAGO HEALY

La compra del 25 por ciento del Grupo Financiero Banamex por parte de un grupo de accionistas mexicanos que comanda Fernando Chico Pardo es una de las mejores noticias económicas y financieras de los últimos años, sin duda la mejor del actual sexenio.

Chico Pardo cuenta con una vasta experiencia en las lides bancarias, no se compara con Manuel Espinosa Yglesias ni con Agustín Legorreta que destacaron en los años 60 y 70, pero sí con la capacidad para regresar a Banamex a su fulgor del pasado.

A sus 27 años de edad Chico Pardo inició su carrera financiera al fundar la casa de bolsa Acciones y Asesoría Bursátil, posteriormente se suma al grupo Inbursa de Carlos Slim que dirigió durante varios años.

Después presidió el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), que opera nueve aeropuertos en México, entre ellos el Aeropuerto Internacional de Cancún. Fue además fundador de la firma de capital de riesgo Promecap.

Lo más importante de esta adquisición --todavía en proceso y sujeta a la aprobación de las autoridades- no es la figura de Chico Pardo, sino que Banamex una de las instituciones bancarias emblemáticas del país regresa a ser manejado por el sector privado mexicano.

Recordará usted que en 1982, en una decisión por demás polémica y equivocada, el presidente José López Portillo nacionalizó la banca mexicana y estableció el control de cambios para culpar al sector privado de la crisis financiera que su gobierno había generado.

Durante más de una década los grandes bancos mexicanos -Banamex, Bancomer, Serfin, entre otros- fueron dirigidos por políticos y no por expertos del sector financiero. Salvo contadas excepciones, los bancos perdieron su eficiencia y su rentabilidad, retrocedieron varios años al convertirse en simples paraestatales.

El presidente Miguel de la Madrid creó un mecanismo para que el sector privado invirtiera de nuevo en calidad de minoritarios, pero los esfuerzos fueron insuficientes para retornar a los años memorables de la banca nacional.

Fue en 1991 cuando de manera temporal se subsanó el craso error de 1982. El presidente Carlos Salinas llevó a cabo la privatización de la banca nacionalizada, pero su ambición económica y política junto a la del secretario de Hacienda, Pedro Aspe, orillaron a la venta de instituciones bancarias a precios desorbitados e irrealistas.

Al paso de los años los nuevos propietarios comenzaron a sudar gordo, las ganancias no alcanzaban a cubrir los adeudos de las adquisiciones lo que se complicó con la profunda crisis que generó el "error de diciembre de 1994" y los sucesos dramáticos que durante ese año vivió México.

Uno tras otro los bancos tuvieron que ser puestos a la venta y adquiridos en su mayoría por capitales extranjeros. Así de una banca mexicanizada sólida y eficiente en 1982 pasamos años después a una banca dominada por inversionistas del exterior.

Banamex fue de los últimos en doblar las manos, en agosto del 2001 fue vendido a Citigroup Inc. por un monto de 12,500 millones de dólares para convertirse en la transacción más grande del momento en Estados Unidos y México.

En esta ocasión, Chico Pardo y su grupo de inversionistas adquieren la cuarta parte por 42 mil millones de pesos, algo así como 2,340 millones de dólares, un valor ligeramente menor al del 2001.

Citibank nunca le entendió bien al mercado mexicano y hace tres años decidió poner en venta la institución lo que finalmente podría concretarse --no en un cien por ciento-el próximo año.

Con la llegada de este grupo serán tres los bancos líderes dominados por mexicanos, se considera que los bancos más grandes son BBVA, Banorte, Santander, Citibanamex, HSBC, Scotiabank e Inbursa. De ellos solo Banorte e Inbursa son de capital mexicano mayoritario.

Esto significa que un mayor volumen de utilidades que tradicionalmente genera la banca se quedará en México. Se espera además que en Banamex prevalezca el interés de nuestro país por encima de los intereses extranjeros que ahora predominan.

En fin una noticia extraordinaria para el sector privado y en general para el país, seguro que la presidenta Claudia Sheinbaum está de plácemes no así el vecino de Palenque que en su momento intentó quedarse con Citibanamex.

VUELCO POLÍTICO…

Vaya al fin el presidente Donald Trump se dio cuenta de la colosal labor de Ucrania y de su dirigente Volodymyr Zelensky por defenderse y salvar a esa nación de las agresiones de Rusia. Ya es tiempo de poner en su lugar al dictador Vladimir Putin.

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Escrito en: Actitudes columnas Editorial José Santiago Healy

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