¿Qué tan buenos o malvados somos?, ¿ello dependerá de nuestros actos o nuestros pensamientos?, ¿seremos la historia que nos contamos de nosotros mismos o, peor aún, lo que “otros” narran de nuestra vida? “La bestia en mí” es una miniserie de thriller psicológico, disponible en Netflix, que relata la vida de Aggie Wiggs, una escritora reconocida por su best seller “Sticky Puppy”, donde habla sobre la vida de su padre, con quien no tiene una buena relación; esto nos permite identificar su forma de canalizar la ira y el dolor: contando historias. Luego del éxito de este libro, vino un bloqueo creativo como consecuencia de una depresión profunda… que luego entenderemos que estaba envuelta de mucha culpa por el fallecimiento (para ella, asesinato) de su pequeño hijo en un accidente vehicular. La rabia y el remordimiento no la dejaban dormir, descansar, ni mucho menos escribir… a su vida le faltaba propósito y pasión, hasta que Nile Jarvis se mudó a la casa de junto cautivándola con su arrogancia, prepotencia, determinación y, sobretodo, esa ira que se desbordaba a la menor provocación. Aggie parecía tenerle miedo aunque, en realidad, la personalidad de Nile le generaba fascinación.
Wiggs, por fin, comenzaba a sentir algo; la sangre corría con sentido por sus venas, miraba curiosa por la ventana, escuchaba con atención los ruidos de su casa, merodeaban por su mente pensamientos que la atormentaban distinto, aunque el dolor por la pérdida de su hijo permanecía. La escritora le propuso a Nile escribir sobre él, contar la historia del hombre a quien todo el país señalaba como asesino de su propia esposa y, él, movido por el narcisismo accedió.
A Aggie y Nile los unía algo que sólo ellos podrían describir por la complicidad de sus miradas y la comodidad con la que charlaban. Tal vez compartían dolores, remordimientos o soledad, logrando desnudarse el alma en una borrachera, doblando las manos, depositando sobre la mesa su vulnerabilidad.
¿Era Nile un asesino o la asesina es ella? Eso se descubre en los ocho capítulos de la serie; pero no es lo importante.
“La bestia en mí” habla de aquello que nos habita, esos sentimientos y pensamientos, que, si los llevamos a la acción, nos convertirían en monstruos, en exterminadores, en personas temibles.
Creo que un escritor, narra aquello que se cree incapaz de vivir; sin embargo, una historia bien argumentada y bien descrita tiene la capacidad de hacerte sentir, de colarse por tu huesos, de estremecerte, de anidarte, de recorrerte completo. Aquello que se escribe se ha pensado, se ha sentido, se ha planeado; por eso, escribir (muchas veces) sana, porque deja al monstruo en una extensión donde no daña, aunque depura.
