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Vía áurea de Pemex en el Caballo de Troya

ROSARIO CABELLO

La Directora del Corporativo FITCH para América Latina expresó el punto exacto donde la calificadora colocaría a Pemex por recompra de bonos, es decir, al Grado de Inversión con perspectiva positiva (BB+) desde luego que ha sido sorprendente el giro en la situación que había caracterizado a Pemex como una de las Industrias Petroleras con mayor deuda en el mundo y con el impacto de la baja de producción y exportaciones.

De las tres condiciones que exige la calificadora hay una que llama mi atención: Que el Gobierno Mexicano garantice el 75% de la deuda, esta exigencia me permite aventurar cifras estocásticas no solo por el cambio de las condiciones del nuevo orden en materia de inversiones, sino por la incertidumbre que se vive en nuestro país y por la falta de claridad en temas como el Presupuesto, que se ha convertido en un elemento de control político.

Si bien la Secretaría de Hacienda aseguró que con la emisión de bonos PEMEX ya estaría en condiciones de ser una Empresa Mundo y no una Industria a la Deriva, que es la visión que capté de la perspectiva financiera. Ahora bien ¿cómo se llegó a ésta situación? Su problemática no es de ahora, Pemex ha pasado por todo tipo de circunstancias de políticas y políticos que no le dieron la solidez necesaria y en cada sexenio se alejó el esfuerzo real del Estado para impulsar su carácter estratégico en beneficio de la Economía Nacional.

Si uno da vuelta a la página de los acontecimientos y mecanismos de maniobra del Petróleo, necesariamente llegamos por varias rutas: en el sexenio de José López Portillo se inició la inclusión de la Industria Petroquímica, es decir, la realización de procesos químicos para la elaboración de compuestos total o parcialmente de hidrocarburos naturales de petróleo, subproducto de las operaciones de refinación susceptibles de servir como materias primas básicas de industrias nacionales y extranjeras.

En los siguientes años la Petroquímica Mexicana aumentó su producción en forma considerable elevando el número de productos diferentes colocados en forma masiva en los mercados internacionales.

La diversificación tocó puntos estratégicos y necesarios como el amoniaco, benceno, etano, hexano, parafinas, hidrocarburos, aromáticos, como el propileno ajustándose a los requerimientos de calidad que exigían los mercados de la Comunidad Económica Europea y de Asia. Sin embargo, mantener la línea de competitividad en esta Industria requería enormes recursos, ya que sus ampliaciones de mercado demostraron enorme rapidez en su evolución y cuya inserción en las corrientes de capital y tecnologías, obligó en el caso de México a proponer las privatizaciones para vencer las dificultades de origen.

En el contexto de la Política Petrolera los cambios mundiales plantearon al gobierno el no interesarse por la Petroquímica, sino por entregar esta industria al mejor postor sin interesar el carácter de motor económico que podría representar en los años por venir, bien lo decía hace algunos siglos David Hume: "Si las expectativas de una sociedad se destruyen, también se van a destruir las bases", siempre he considerado que fue arbitraria la reclasificación de la petroquímica, tema que abordé con profundidad en la publicación de un Ensayo.

PEMEX como Industria Estratégica por su contribución a la Política de Ingresos vía exportaciones estuvo ligada a los vaivenes del precio del barril de petróleo, a pesar de la estructura de la mezcla mexicana, empezó a dar muestras de un endeudamiento muy significativo, a ello se sumaron sus resultados: disminución de sus niveles de producción, un análisis más reciente nos ha llevado a señalar las deficiencias más visibles: la ausencia de un control más preciso en sus estrategias a largo plazo, una carga onerosa de sus deberes fiscales frente a la capacidad limitada del precio del barril presionada por las condiciones geopolíticas.

En el Gobierno anterior no se corrigieron las grandes fallas ni se preparó el terreno para ajustar sus deficiencias financieras, hoy se pretende que Petróleos Mexicanos genere sus propios recursos y con la colocación de bonos se modifiquen los criterios de organizaciones e inversionistas, la calificación de Riesgo País modificada, es una promesa de inicio de FITCH el reto es enorme y las dudas múltiples, como el seguir utilizando el gasto público sin resultados en empresas que no generan sus propios beneficios, en lugar de canalizarse hacia otras necesidades más urgentes, como el apoyo a Estados, Municipios y programas, que requieren aumento de recursos para el cumplimiento de sus funciones. Sin embargo, la verdadera controversia habrá de concentrarse en las intenciones del giro del Presupuesto que propone el gobierno federal y sus implicaciones políticas que continuarán afectando a PEMEX y al resto de la economía nacional.

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