Las represalias contra personas defensoras del ambiente y del territorio continúan. En México la organización Global Witness documentó 19 casos de agresión en 2024: 18 asesinatos y una desaparición.
En su informe anual "Raíces de resistencia", dado a conocer el 17 de septiembre, la organización informa que según los datos recopilados por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), 2024 fue el segundo año más letal de la última década.
CEMDA denunció que las personas defensoras también fueron objeto de intimidación, acoso, estigmatización, difamación y el creciente problema de la criminalización.
En 2024 se produjeron 9 asesinatos en la región fronteriza de Chiapas.
Según los informes, las disputas territoriales entre grupos armados y sindicatos del crimen organizado han aumentado desde 2021, ya que buscan controlar los ricos recursos naturales de la zona.
Las personas defensoras que protegen el acceso a la tierra se han visto atrapadas en medio del conflicto tras desafiar los intentos de grupos ilegales de controlar la entrada a dichos recursos.
En 2024, siete integrantes de una familia fueron masacrados tras denunciar la presencia del crimen organizado y cuestionar los intentos de controlar las operaciones mineras en la región.
Global Witness es una organización con sede en Londres, Inglaterra, que busca visibilizar el impacto de los problemas ambientales así como promover la investigación en áreas afectadas por deterioro ambiental y su impacto en comunidades locales.
En su informe "Raíces de resistencia" indica que en 2024, en el mundo fueron asesinadas o desaparecidas 146 personas defensoras del ambiente y el territorio.
Los datos de Global Witness ayudan a sacar a la luz los factores que impulsan las represalias contra estas personas y sus comunidades, y ponen de relieve los crecientes riesgos que enfrentan.
De México, Global Witness documentó 18 asesinatos y una desaparición.
En su lista de defensores asesinados aparecen Abraham Alejandro Gobel Gómez, Alberto Cortina Vázquez, Alfonso López, Antonio Regis Nicolás, Carmen López Lugo, Dolores Arrazate Córdova, Florentino Castro, Ignacio López, Isidra Sosme Temich, Javier Ochoa Tejeda, Jorge Cortina Vázquez, José Ángel Pelcastre, Marcelo Pérez Pérez, Marcos Sánchez Perea, Rosalinda López, Teresita de Jesús Arrazate González, Ventura Ojeda y Yohari Belén.
El caso de desaparición es de José Gabriel Pelayo Zalgado.
Las personas defensoras se exponen a represalias tras verse obligadas a alzar la voz para proteger sus derechos y evitar daños, a menudo en entornos peligrosos.
Para romper este ciclo y poner fin a las desapariciones y agresiones, Global Witness afirma que "necesitamos un sistema nuevo que refuerce la protección de las personas defensoras a todos los niveles".
En 2024, 146 personas defensoras del ambiente y el territorio en todo el mundo fueron asesinadas o desaparecidas.
Muchos ataques no se denuncian, por lo que es probable que esta cifra esté por debajo de la realidad.
Las consecuencias son devastadoras: se fracturan familias, se desmantelan comunidades enteras, y se socavan esfuerzos más amplios en materia de derechos humanos.
Todas estas personas fueron atacadas tras alzar la voz o tomar medidas para defender su derecho a la tierra y a un ambiente limpio, sano y sostenible.
Muchas veces se oponían a proyectos extractivos dañinos como la minería, la tala o la agroindustria.
Otras desafiaban problemas sistémicos, como desigualdad en el acceso a la tierra, destrucción ambiental y el crimen organizado.
Los datos dados a conocer en este informe de 50 páginas ayudan a sacar a la luz estas tendencias, primer paso para protegerles y garantizar que puedan ejercer sus derechos sin temer por sus vidas.
Una infografía de Global Witness señala que alrededor de la tercera parte de personas asesinadas o desaparecidas en 2024 fueron indígenas o afrodescendientes.
En asesinatos y desapariciones a nivel mundial, las industrias implicadas fueron en 29 casos la minería y extractivismo, en 8 la tala forestal, 4 la agroindustria, 1 energía hidroeléctrica, 1 caza furtiva y 6 otros.
En promedio cada semana fueron asesinadas o desaparecidas unas tres personas a lo largo de 2024.
Esto eleva la cifra total a 2 mil 253 desde que la organización comenzó a documentar los ataques en 2012.
Esta espantosa cifra, dice, ilustra la persistencia de la violencia contra las personas defensoras.
Los asesinatos adoptaron muchas formas el año pasado, incluidos homicidios, ejecuciones extrajudiciales y muertes bajo custodia, con un total de 142 ataques letales.
En 2024 se documentaron 4 desapariciones de larga duración, en las que la persona defensora ha estado desaparecida durante un periodo superior a seis meses. Estos casos ocurrieron en Filipinas, México, Honduras y Chile.
Las cifras globales de este año son más bajas en general en comparación con 2023, pero esto no indica que la situación de las personas defensoras esté mejorando.
Global Witness observa alarmada cómo en los últimos meses la agenda mundial en ambiente y derechos humanos se ha retrasado, diluido o eliminado por completo.
Estados Unidos ha abandonado el Acuerdo de París y el Consejo de Derechos Humanos, mientras que el Pacto Verde Europeo está perdiendo prioridad, ya que la creciente influencia de la extrema derecha en las instituciones de la Unión Europea (UE) se resiste a la transición hacia una economía verde.
La UE ha debilitado la legislación de protección a personas defensoras de los abusos ambientales y de derechos humanos causados por las empresas.
Un total de 120 -82%- de los casos que documentó Global Witness en 2024 ocurrieron en Latinoamérica.
Esta violencia sigue obstaculizando gravemente la vida de las personas defensoras.
Documenta además la gravedad de las represalias del Estado de Israel contra personas defensoras del ambiente y el territorio en Palestina, acciones que son parte del genocidio.
@kardenche